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viernes, 30 de octubre de 2015

Las maniobras de la hermenéutica reformada en escatología

Por Pr. J.A. Torres Q. 


Como profesor novato de Hechos  me es difícil obviar las paradojas de los comentaristas de este libro de la Biblia, y en especial, cuando me toca analizar buenos comentarios como el de Simón Kistemaker de escatología reformada  que, en este debate no incluye a herejes, por cierto. No obstante, no hay duda que la perspectiva aludida está mucho más comprometida con la tradición agustiniana que con las —por así decirlo— reglas básicas de la hermenéutica. Hechos 2:29-30 revela los argumentos de Pedro, y las conclusiones derivadas de su cita anterior, Salmos 16; Kistemaker escribe bien, —al menos— la primera parte.

         «¿Qué fue lo que Dios prometió a David con juramente? El “pondría a uno de los descendientes [de David] en su trono”. El Antiguo Testamento claramente afirma que Dios hizo juramento con la sucesión de David.» (Kistemaker 2007:105). Aun, Kistemaker alude a los Salmos para indicar la verdad de esta sucesión: “En verdad juró Jehová a David, y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono.” (Sal. 132:11). Evidentemente, y no hay que hacer un esfuerzo espasmódico para entender que la promesa davídica de un trono apuntaba a un reino literal y terrenal. En efecto, la idea tanto veterotestamentaria como novotestamentario, asume esta promesa como una promesa literal (cf. Sal. 2,16,22,40,45,69,72,89,96,99,110,118; Isa. 32, 42,49; Jer. 33:14ss; Dan. 9:24-27; Zac. 9:9-10; Sal. 72; Isa. 40, 43:1ss; 51:4-6; 53:1-12; 54:1-17; 60; 66; Eze. 36, 37; Ose. 2:14s; 14; Jl. 3:18ss; Miq. 7:11-13; Zac. 8,12; Isa. 35; 56:6-8; Eze. 34:11ss; Amo. 9:11-15; Miq. 5:4ss; Sof. 3:9-20; Zac. 14:16-21; Lc. 1:31-33; Mt. 19:28s; 25:31; Apo. 20:4ss; 1 Cor. 15:26ss.). Pero, ¿qué concluye Kistemaker en su comentario a Hechos 2:29-30? Escribe:
 
1.  “Este pasaje muestra la cláusula condicional en la promesa de Dios a David, por la cual los descendientes de David estaban obligados a guardar el pacto de Dios y obedecer sus precepto.”  (2007:105)

2. “Cristo ocupa el trono de David para siempre (Lc. 1:32-33), no en un reino terrenal sino en un reino eterno y espiritual (Jn. 18:36).”  (:105)

              Es evidente que la perspectiva escatológica reformada es más fiel a un concepto, a un paradigma tradicional agustiniano que, a lo que la Biblia revela de manera llana, de allí estas conclusiones que claramente revelan un acomodo, y en casos como este, una manipulación confesional del texto.


Bibliografía

Torres, Joel 2015.  Hechos, Material de estudio, under construction.
Kistemaker, Simón 2007.Comentario al Nuevo Testamento, Hechos. Grand Rapids, MI: Desafío.


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