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viernes, 9 de junio de 2017

El propósito de los dones y milagros en las Escrituras


Por. J.A. Torres Q.


Pablo al referirse a los dones Pablo señala: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los→ πνευματικῶν (pneumatikõn)” (1 Cor. 12:1), esto es, de las “cosas espirituales.” Por otro lado también, en 12:4 Pablo llama a los dones χαρισμάτων (jarismáton) plural de χάρισμα (járisma) “don”, o más bien, “carismas”. En efesios 4:8 se dice que Jesús dio δόματα (dómata) a los hombres, plural de δόμα (dóma) “don”, dádiva”.  Esto es, cada creyente es “carismático” en el sentido que ha recibido de Dios, “carismas” para  la edificación de Su obra (Efe. 4:12).  Ahora, debe hacerse una distinción entre talentos naturales y dones espirituales, que en el fondo no son lo mismo, pues los talentos naturales son capacidades innatas que las personas tienen desde su nacimiento, pero los dones espirituales, son capacidades espirituales dadas por el Espíritu Santo a los creyentes  cuando experimentan  la regeneración, esto es, cuando nacen de nuevo; en todo caso, la  Biblia nos enseña que todo lo que tenemos, lo hemos recibido de Dios (Enns 2008:268). Lo cual incluye los talentos que aun poseen los incrédulos  (cf. 1 Cor. 4:7).  

Ahora, sin duda este tópico ha tomado otra significación, evolucionando históricamente incluyendo con ello al “movimiento carismático”, lo cual es un asunto paralelo, aunque relacionado con las distorsiones al culto ortodoxo que devino desde los años 1900 en adelante, dando paso al “pentecostalismo tradicional”[1], “carismático”[2]  y posteriormente, al “neo-carismatismo”[3]. O, como le llama Wolfgang Bühne, las tres olas del “Espíritu Santo.” El pentecostalismo clásico, la primera ola; el movimiento, la segunda ola, y el neo-carismatismo,  o evangelismo de poder, como la tercera ola (Bühne 1994:7s). El NT menciona a lo  menos, tres listas de dones que el Espíritu  ha dado a los creyentes (Efe. 4:7-11) y el NT recalca que él los ha dado:…como él quiere” (1 Cor. 12:11). En ellos hay un énfasis particular pocas veces percatado. En orden cronológico, podemos enumerar los siguientes:



Como se puede observar en la tabla anterior,  los dones dados a la iglesia tenían un propósito no sólo divino “administrativo”, sino también, histórico contextual. Así podemos observar que a la temprana iglesia de corintios es necesario hablarles de la “manifestación” del Espíritu (1 Cor. 12:7). Éste era el énfasis, clarificar qué era de Dios, y cómo es que él se había manifestado en aquel tiempo. Sin embargo, “dos años” después, Pablo escribiendo a los romanos  no vuelve a mencionar algunos dones que había aludido a los corintios (lenguas, sabiduría, ciencia, milagros, discernimiento). Sin bien es cierto aun mirando este recuadro en su contexto no podemos hacer mayores inferencias teológicas, lo que es claro, es que con el progreso de la iglesia los énfasis fueron variando, así a los efesios, Pablo  está pensando ya no en la manifestación del Espíritu Santo como móvil explicativo contextual (1 Cor. 12:7),  ni en funciones prácticas diaconales (Rom. 12:6-8), sino ahora, en la importancia de los aspectos fundacionales de ciertos dones (Efe. 2:20), con un énfasis en la edificación (4:12). Todo este ordenamiento en sí, ya va dando luces de la vigencia de unos  y la caducidad de otros, el cual el apóstol Pablo ya había aludido claramente a los corintios (cf. 1 Cor. 13:8).

Ahora bien, habitualmente cuando se habla del tópico “continuismo o cesacionismo” el debate se ciega rápidamente en los propios dones y quién los limita, y quien los “libera” o mantiene. En otras palabras, antes de hablar de lo anterior, lo que debe ser zanjado antes, es el propósito de los dones y de los milagros. Claramente la Biblia menciona milagros de todo tipo, sin embargo y, antes de entender el propósito de ellos, es necesario comprender los dos aspectos generales de los milagros  y la cuestión de la regla y excepción de los mismos. Primero, los milagros bíblicos pueden categorizarte en dos grandes tipos. A saber, los milagros que fueron operados a través de las propias leyes naturales (cf. Job. 1:6; Hec. 27:21-26; Pro. 3:5-6[4]), y los milagros que operaron por sobre[5] las leyes naturales, como lo fueron por ejemplo: el cruce del mar rojo, la protección de Daniel en el foso de los leones, la caída de los muros de Jericó, la reflotación del hacha con Eliseo etc., (cf. Éxo. 14; Jos. 5:13ss; Heb. 11:30; 2 Rey. 6:6-7).

Históricamente la revelación escritural nos revela tres grandes épocas en donde los milagros fueron dados de manera especial y con un propósito definido; bien señala Saucy también, la clave para entender el propósito de los milagros está en el término “señal”, pues una señal apunta no hacia el milagro mismo, sino, hacia otra cosa. Señalaban a algo, lo cual se puede observar en los tres grandes periodos en donde estos milagros fueron dados de manera “continua.” Moisés hizo “señales” para que el pueblo supiera quién estaba detrás de ellos y con ellos (Éxo. 4:5,31).  Eliseo escuchó de la viuda de Sarepta: “Ahora conozco que tú eres un hombre de Dios y que la Palabra del Señor en tu boca es verdad” (1 Rey. 17:24).  Así, el mensaje (señal) y el mensajero (señalero) eran una amalgama que confirmaba a los verdaderos siervos de Dios, tal cual Elías hizo frente a los falsos profetas de Baal, quienes alcanzaron a ver quién era realmente el verdadero Dios y sus verdaderos siervos  (cf. 1 Rey 18:36)  (Saucy en Grudem 2004:109). No fue diferente en tiempos de Jesús y los discípulos. Cada milagro no era en sí, un fin, sino una “señal”, una “credencial” de veracidad mesiánica de Jesús, y Su mensaje, y a la  vez, una muestra del reino de Dios prometido, no es casual que Nicodemo haya exclamado: “…nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con Él” (Jn. 3:2).


El primer periodo entonces , y en donde los milagros fueron la “regla” por un tiempo, fue la época de Moisés y Josué. El propósito esencial de los milagros en esta época se relacionó esencialmente con la redención de Israel de Egipto y su supervivencia en el desierto por 40 años (cf. Núm. 17:11-13; 16:28-32; 20:11; 21:8-9). Las plagas no fueron entonces, sólo una muestra del poder de un hombre, de un caudillo del pueblo esclavo (cf. Éxo. 4:3; 7:10; 7:8-11:1-10). A través de ellas Dios doblegó a Faraón y mostró su misericordia y poder para que su pueblo confiará en Él (Éxo. 11:9). Sucedió lo mismo con Josué durante la conquista de la tierra prometida, ocurrieron varios milagros que ratificaban que Israel era el pueblo del verdadero Dios, ante los pueblos paganos que tuvieron que derrotar (cf. Jos. 3:10-17; 4:18; 6:6-20; 10:12-14). El propósito de Dios entonces en esta época especial, fue proteger a su pueblo y esto, a pesar de las caídas del mismo, de manera que el propósito de Dios fue finalmente cumplido: “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel;  todo se cumplió.” (Jos. 21:45).  Si bien es cierto Israel pudo disfrutar de la tierra prometida, la época de los jueces reveló la total apostasía que ya se había revelado con anterioridad en algunos hombres del pueblo (cf. Núm. 16; Jos. 7). De manera que en esta época —de los jueces— también hubo algunos milagros como fue el caso de Sansón, Gedeón, y en general en cada juez, fueron todos excepcionales y esto, sólo porque Dios en su misericordia quiso preservar a Su pueblo.

La segunda época de milagros evidentes, fue la época de los profetas Elías[6] (cf. 1 Rey. 17:1; 14-16; 22-23; 18:36; 2 Rey. 1:10-12; 2:8; Stg. 5:17-18), y Eliseo[7] (cf. 2 Rey. 2:21s; 24; 4:1-7;32-35; 5:10, 27;6:6,18,20;13:21), sin duda como señala  Don Fanning, el propósito de los milagros en esta época, estuvo relacionada con la apostasía de Israel. Explica Fanning: “En un tiempo de apostasía en la historia de Israel. Dios levantó dos profetas para aconsejar y exhortar a la nación. En medio de tanta religión falsa, necesitaron milagros para demostrar ser de Dios verdaderamente e identificarse con Moisés. Pero después de entregar sus mensajes, los milagros cesaron. Luego Eliseo, hubo muchos profetas, pero ninguna con el don de hacer milagros con Elías y Eliseo.” (Fanning 1990:39).  Finalmente, la tercera época, fue la época de Jesús y los apóstoles. Fue así que en una ocasión dijo a los fariseos: “…aunque no me creáis a mí,  creed a las obras,  para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí,  y yo en el Padre.” (Jn. 10:38).  De esta misma manera, Pedro explicó a su audiencia en pentecostés: Varones israelitas,  oíd estas palabras: Jesús nazareno,  varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas,  prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él,  como vosotros mismos sabéis” (Hec. 2:22).   Así, y uniendo el pasaje de Juan 20:30-31[8], podemos constatar que el propósito de las señales en tiempos de Cristo y los apóstoles (2 Cor. 12:12), fue triple. Primero, para confirmar que Jesús era el Cristo (Mt. 8:1-4; 9:1-8; Lc. 5:17-26; Mt. 8:23-27) aprobado por Dios, el Dios encarnando, el Emanuel entre “nosotros” (Isa. 53:4; Mt. 1:23). Segundo, para autentificar el mensaje de Cristo y sus apóstoles y tercero, para demostrar las características del reino “venidero”, bien señala el profesor Beyer:

“Con los milagros, Jesús señala que el mundo es imperfecto y necesita salvación y restableciendo. Sus curaciones p.e., revelan el desorden y la destrucción de toda la creación. El pecado destruyó la perfección divina de la creación. Con los milagros, Jesús anuncia la llegada de una nueva etapa, el reino de Dios (Mt. 12:28). […] De  esta manera los milagros son un anticipo de la victoria final de Dios y la perfección del Reino venidero que comenzó con el  mesías” (Beyer  2009:79)

Así, los apóstoles después de la muerte de Jesús habiendo sido dotados (2 Cor. 12:12), con la capacidad para hacer “señales, prodigios y milagros” (Hec. 5:12-16; 9:36-42; 8:12↔21:8; 19:11-12; Gál. 3:5), no tuvieron otro propósito que el inicial, confirmar la veracidad del evangelio  y la verdad del Mesías[9], Jesucristo. El autor de hebreos en este sentido escribió: “¿cómo escaparemos nosotros,  si descuidamos una salvación tan grande?  La cual,  habiendo sido anunciada primeramente por el Señor,  nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos,  con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.” (Heb. 2:3-4).  Bien capitula Fanning:

“En cada una de las tres épocas de milagros los dos propósitos son cumplidos por medio de señales. En cada ocasión las señales terminaron cuando hubieron cumplido su confirmación. La iglesia primitiva quedó convencida de que el mensaje de los apóstoles tenía la autoridad  que el de Jesús. Por esto [después] “…perseveraban en la doctrina de los apóstoles” (Hch. 2:42)” (Fanning 1990:40).

Es interesante observar el relato de Marcos relacionado con los milagros de Jesús. Por ejemplo. Jack Dean Kingsbury en su libro “Conflicto en Marcos” destaca los títulos de Jesús, como: “Hijo de David”, “Hijo de Dios”, mencionado una particularidad entre los sinópticos. Esto es, que aun  los mismos demonios reconocieron que  Jesús era el Hijo de David.  Lo anterior, es descrito por el autor con un enfoque “contrapuntista” que según él, usó Marcos para revelar dos polos opuestos. Primero, los hombres no saben nada de Dios, pero los entes espirituales, en este caso, los demonios sí reconocen quien es este Jesús.  En este sentido Marcos —según Kingsbury— contrapone el conocimiento natural, al sobrenatural destacando que  Marcos presenta un aspecto panorámico de esto a través de las preguntas que registra. ¿Quién es Jesús? Preguntan unos (Mr. 1:27-28). Los letrados inquieren: ¿Quién es éste? ¿Cómo puede perdonar pecados? (Mr. 4:35ss). Los aldeanos investigan: ¿no es este el hijo el carpintero? (Mr. 6:1ss). Sin embargo, hay otro aspecto en el evangelio de Marcos que también es peculiar en todo el relato. Cada vez que Jesús sanó a alguien (no todas las veces) ordenaba tácitamente  no comentarlo a nadie (1:43-44; 5:43; 7:36, 9:9 etc.) dando una pista implícita del porqué: «…“sino” cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado…» (9:9b). Esto subraya aun más, que los milagros no fueron el propósito  principal, todo —y en palabras del Jesús— tenía que apuntar al milagro de los milagros, la muerte y resurrección de Jesús, para el perdón de los pecados. Éste fue y sigue siendo el milagro atemporal vigente que el NT destaca en todas sus páginas con el cual Dios manda a los hombres de todo lugar, a obedecer, para la sanidad espiritual de los pecadores. Finalmente el NT revela una cuarta época de milagros, sin embargo dicha etapa nada tiene que ver con un resurgimiento de los milagros apostólicos, sino mas bien, con una etapa de juicio de parte de Dios. Pablo describiendo los últimos días antes del arrebatamiento de la iglesia, escribió:

“Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene,  a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;  sólo que hay quien al presente lo detiene,  hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo,  a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,  y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,  con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden,  por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso,  para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad,  sino que se complacieron en la injusticia.” (2 Tes. 2:6-12).  

Pero ya está en acción el ministerio de la iniquidad…”, ya en el 51 d.C., el apóstol Pablo advertía a los tesalonicenses y a la iglesia en general, que el ministerio de la iniquidad, la obra de Satanás aun estaba en acción. Sin embargo, al presente, el presente histórico de Pablo, que por extensión es nuestro presente, subrayó que hay alguien que lo detiene. Esto es, Satanás no solamente fue desarmado y limitado en la cruz, sino que a través del Espíritu Santo está restringido en sus operaciones, sin embargo esto no será siempre así.


Habrá un momento que el que lo detiene aun hoy, será “quitado” de en medio, para que el programa satánico siga su curso, época que de acuerdo al análisis de Pablo en esta carta (tesalonicenses) corresponde a la aparición del inicuo (2 Tes. 2:3-4; Dan. 7:25; 1 Jn. 1:18; Apo. 13:11), el anticristo que  justamente aparecerá en escena de manera “mesiánica” con gran poder, señales y prodigios, añade Pablo, prodigios mentirosos y engaños para aquellos que siempre ha sido fascinados con lo “sobrenatural”, aquellos que no han mirado el milagro de los milagros (la cruz) y que en aquellos días (aun nuestros días) persiguen aun, lo secundario por sobre lo primario; a pesar que estos milagros son impulsados por el propio Satanás (2 Tes. 2:9), el texto señala claramente que es Dios que les enviará poder engañoso,  para que todos aquellos incrédulos, aun muchos religiosos encandilados con lo milagroso, crean a estos “milagros”, esto, a fin de que sean condenados todos aquellos que no creyeron a la verdad sino que siguiendo lo “espectacular”, siguieron complaciéndose en la injusticia (2 Tes. 2:10-12). Sin bien es cierto el clímax de todo este engaño tendrá su máximo fulgor a principios de la tribulación, la ante sala de ello, lo estamos viviendo al presente con la irrupción de los falsos apóstoles y profetas, que promueve hoy no sólo sanidades y milagros, sino que también  engaños concretos tocantes a las ofrendas y pactos; artificios típicos en estos círculos, lo cual, ha arrastrado a muchos a estos lugares, engañados —y diríamos también— enceguecidos por lo que “recibirán”. Por todo esto, ignorar el propósito de los milagros que la Escritura nos revela de manera diacrónica, y aun escatológica, lo cual también es un catalizador que revela quién realmente es un creyente, y quién busca solamente los “beneficios” del cristianismo, un cristianismo distorsionado que ofrece el cielo, milagros y sanidades que claramente no vienen de Dios.  


Bibliografía

Beyer, Hartmut 2009. Los sinópticos. Material de Estudio. Temuco: ICAT.
Bühne, Wolfgang 1994.Explosion carismática. Un análisis a las doctrinas y prácticas de las llamadas tres olas del Espíritu Santo. Terrassa, España: Clie.
Enns, Paul 2010. Compendio Portavoz de Teología. Grand Rapids, MI: Portavoz.
Fanning, Don 1990. ¿Qué dice la Biblia de los dones vigentes? Buenos Aires, Argentina: Águila.
Grudem, Wayne 1994 .Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica. Miami, FL: Vida.
Kingsbury Jack Dean 2003. Conflictos en Marcos, Jesús, autoridades, discípulos. Córdoba, España: Almendro.






[1] Según Wolfgang Bühne, nacida en los 1909 como la primera ola del “Espíritu”, en donde  nacieron las iglesias pentecostales, cuyo énfasis fue el bautismo en el Espíritu Santo; las lenguas y la insistente idea de generar avivamientos que replicaran el día de pentecostés (Bühne 1994:7s).
[2] Así mismo, Bühne descrine la segunda ola del “Espíritu” relacionado al movimiento carismático, el cual tuvo sus inicios en los EE.UU., con personas como Dennis Bennett (episcopal), y Larry Christenson (luterano) a partir del año 1966 cuyo énfasis fue el “bautismo en el Espíritu”, teniendo como meta, la promoción de la “experiencia carismática” más que la fundación de iglesias (1994:7s).
[3] La tercera ola del “Espíritu” surgió en los 80, y brotó a manos de C.P. Wagner y John Wimber. El énfasis en esta ola fue el poder del “Espíritu” dando lugar a las sanidades y milagros. C. Samuel Storms, citando a Wimber entonces, dirá que ser lleno del “Espíritu Santo”, no es ser controlado por él, sino experimentar poder siendo abrumado por ello (Storms en Grudem et al. 2004:176).
[4] De las circunstancias cf. Rom. 8:28. 
[5] Escribe Don Fanning: “Si Alguien se cayó de un avión y por “suerte” cae en un árbol sobreviviendo “milagrosamente”, no ha violado ninguna ley de la naturaleza. La providencia de Dios lo protegió y es posible que esto ocurra. La segunda clasificación de los milagros, son aquellas cosas que en cualquier circunstancia natural, con todas las coincidencias que se pudieran imaginar, serian imposibles.” (Fanning  1990:38).
[6] 1. La sequía (1 Rey. 17:1; Stg. 5:17) 2. La harina y el aceite se multiplican (1 Rey. 17:14) 3. El niño revive (1 Rey. 17:22) 4. El holocausto es consumido (1 Rey. 18:38) 5.  Los capitanes y sus hombres son consumidos por el fuego (2 Rey. 1:10) 6. Cae lluvia (1 Rey. 18:41) 7. Las aguas del Jordán se dividen (2 Rey. 2:8).
[7] Para Eliseo, véase 2 Reyes 2-13. 
[8]Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos,  las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,  el Hijo de Dios,  y para que creyendo,  tengáis vida en su nombre.” (Jn. 20:30-31).
[9] Los milagros destacaron y comprobaron el poder y la autoridad de Jesucristo como enviado de Dios y como mesías  Mt. 8:17↔ Isa. 53:4; Mt. 11:5-Lc. 7:22↔ Isa. 35:5-6; Lc. 4:18ss↔ Isa. 61:1-2 (Beyer 2009:79).

miércoles, 17 de mayo de 2017

La alteración de los roles en el matrimonio: otra consecuencia del pecado original

Por J.A. Torres Q.


Pintura: Paul Gustave Doré 

Las consecuencias del pecado original no solo afectaron las relaciones de Dios con los hombres, sino que también, la relación entre el hombre y la mujer.  Génesis 2:21-23 enseña que Dios creó primero a Adán y  luego a Eva.  Y, el propósito del nacimiento de la mujer, nació del mismo Dios quien dijo: “…No es bueno que el hombre esté solo;  le haré ayuda idónea para él.” (Gén. 2:18). El término idónea, surge del vocablo נֶֶגֶֶד (neged), “delante; ante; en presencia, a la vista, frente, en su estimación; derecho hacia adelante” (Vine 2007). Lit.: “La que corresponde a él.” (Truman 1996:46). Del giro עֵ֖זֶר כְּנֶגְדּֽוֹ   (ezér jenegeddón) “…le hare una ayuda que le corresponda” (Keil & Delitzsch 2008:54). Keil añade: “La mujer fue creada, no del polvo de la tierra, sino de una Costilla de Adán, porque ella fue formada para una inseparable unidad y comunión de vida con el hombre, y el modo de la creación fue para establecer el fundamento del orden moral del matrimonio”. (2008:54). Como el mismo apóstol  Pablo señalaría después  (Efe. 5:23), el hombre fue creado con la responsabilidad de  ser cabeza de la relación, la mujer por su parte, “ayuda” (עֵ֖זֶר  [ezér]) no cabeza[1].

Como se observa en el relato del Génesis, las consecuencias del pecado fueron inmediatas, y afectaron a toda la creación, pero también, la relación matrimonial. Como señala MacArthur: “La caída distorsionó y pervirtió el matrimonio.” (MacArthur  2006:14). Adán desobedeció a Dios, y aun viendo la situación[2], no la detuvo (Truman 1996:54), y obedeció a su mujer (Gén. 3:17). Esto es, Adán siendo responsable, cometió el error de ceder ante la propuesta de Eva, y la mujer se salió de su papel de ayuda, para principiar el primer acto de autonomía de parte de la mujer. Las consecuencias para el  hombre se describen en 3:17-19[3], las consecuencias para la mujer, en 3:16: “A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces;  con dolor darás a luz los hijos;  y tu deseo será para tu marido,  y él se enseñoreará de ti”. Habitualmente la penúltima frase tiende a interpretarse como un deseo sexual, que el hombre ejercerá de manera egoísta sobre ella. Sin embargo, el deseo que se menciona aquí, se refiere al deseo de la mujer, que en vista de las consecuencias del pecado ya no sería ayudar, sino el deseo de controlar[4], tal cual Caín hizo con su hermano, quiso controlarlo[5] hasta el punto que se le salió de las manos, matándolo (Gén. 4:8).  (MacArthur  2006:14). El texto hebreo señala וְאֶל־אִישֵׁךְ֙ תְּשׁ֣וּקָתֵ֔ךְ  (veel-isej tesuqatej) lit.: “y para tu hombre tu deseo”. VM traduce la idea de la siguiente manera: “…y a tu marido estará sujeta tu voluntad, y él será tu señor.” (Gén. 3:16c).  Keil añade: “…ella fue castigada por un deseo que se aproximaba a la enfermedad (…correr, tener un deseo vehemente por algo)…(Keil & Delitzsch 2008:60). En otras palabras. La mujer fue condenada como esposa y madre, a sufrir dolor del cuerpo y angustia de la mente. De compañera y ayuda idónea del hombre partícipe de su cariño, su condición de aquí en adelante sería la de humilde sujeción (Jamieson & Fausset & Brown  2003:23).De acuerdo a Walton, Matthews y Chavalas, la relación esposo-esposa en los matrimonios de la era antigua de la sociedad israelita, se le restaba importancia al rol del amor romántico. La supervivencia de un matrimonio entonces, estaba en el hecho de compartir el trabajo y el número de los hijos que procreaban. La dominación de la esposa por parte del esposo era común. Además los derechos legales con relación a contratos, derechos de propiedad y hereditarios eran principalmente controlados por los hombres (Walton & Matthews & Chavalas   2004:20). Sin duda esta situación exacerbaba la tendencia despótica en los hombres, y por otro lado, el anhelo de las mujeres de ser más libres, y quizás en algún grado también, más autónomas en sus deseos.  Esta situación no fue diferente en la época del NT.  Jan Herca ha hecho un buen resumen de la “Situación social de la mujer judía en tiempos de Jesús”, nombre del capítulo VII, del  libro “Jerusalén en tiempos de Jesús”, escrito por el teólogo luterano  del siglo pasado, Jeremías  Joachim (1900-1977). Notemos algunos datos importantes.

La mujer judía en casa:

“…La situación de la mujer en la casa no se veía modificada, en relación a esta conducta pública. Las hijas, por ejemplo, debían ceder siempre los primeros puestos, e incluso el paso por las puertas, a los muchachos. Su formación se limitaba estrictamente a las labores domésticas, así como a coser y tejer. Cuidaban de los hermanos más pequeños y, respecto del padre, tenían la obligación de alimentarlo, darle de beber, vestirlo, cubrirlo, sacarlo y meterlo cuando era anciano, y lavarle la cara, las manos y los pies.” (Herca  2007:1)

La mujer judía fuera de la casa:

“…cuando la mujer judía salía de su casa, no importaba para qué, tenía que llevar siempre la cara cubierta con un tocado que comprendía dos velos sobre la cabeza, una diadema sobre la frente, con cintas colgantes hasta la barbilla, y una malla de cordones y nudos. De este modo no se podían conocer los rasgos de su rostro. La mujer que de este modo salía de su casa sin llevar la cabeza cubierta ofendía hasta tal punto las “buenas costumbres” […] No que decir tiene que las israelitas, sobre todo las de las ciudades, debían de pasar inadvertidas en público. Las reglas “judaicas” que se seguían entonces mantenían que era preferible no hablar con las mujeres en público para el bien del alma. Estas reglas de “buena educación” prohibían, incluso, encontrarse a solas con una hebrea, y mirar a una casada, o saludarla. Era un deshonor para un alumno de los escribas hablar con una mujer en la calle.” (Herca  2007:1)

La mujer judía en la sociedad judía

“…La sociedad judía de aquel tiempo distinguía tres edades: la menor (qatannah, hasta la edad de doce años y un día), la joven (na’arah, entre los doce y los doce años y medio), y la mayor (bôgeret, después de los doce años y medio). Hasta esta última edad, el cabeza de la familia tenía toda la potestad, a no ser que la joven estuviese ya prometida o separada. Según este código social las hijas no tenían derecho a poseer absolutamente nada: ni el fruto de su trabajo ni lo que pudiese encontrar, por ejemplo, en la calle. Todo era del padre. La hija, hasta los doce años y medio, no podía rechazar un matrimonio impuesto por el padre. El padre podía vender a su hija como esclava, siempre que no hubiera cumplido los doce años. Los esponsales solían celebrarse muy temprano. Al año de ser mayor, la hija celebraba la boda, pasando entonces de la potestad del padre a la del marido. Y realmente, no se sabía qué podía ser peor. Después del contrato de compra-venta, pues eso era en el fondo la ceremonia de esponsales y matrimonio, la mujer pasaba a vivir a la casa del esposo. […] la esposa se encontraba cargada de deberes: tenía que moler el grano, coser, lavar, cocinar, amamantar a los niños, hacer la cama del marido y, en compensación por su sustento, hilar y tejer. Otros añadían incluso a estas obligaciones las de lavar la cara, manos y pies, y preparar la copa del marido. El poder del marido y del padre llegaba al extremo de que, en caso de peligro de muerte, había que salvar antes al marido. Al estar permitida la poligamia, la esposa tenía que soportar la presencia y las constantes afrentas de o de las concubinas. Pero la poligamia sólo podía ser asumida por la gente pudiente y no era habitual. En cuanto al divorcio, que estaba admitido según la Ley mosaica, el derecho estaba única y exclusivamente de parte del marido.  Sólo él podía iniciar el trámite. Esto daba lugar, lógicamente, a constantes abusos.” (Herca  2007:1)

Especial mención merece la situación religiosa de la mujer, en vista que con Jesús,  las mujeres fueron reivindicadas en su valor.  La mujer judía en la religión del judaísmo  tampoco estaba en una misma línea de importancia con el hombre. Esto es, se veía sometida a todas las prescripciones de la Torá y al rigor de las leyes civiles y penales, incluidas la pena de muerte. Además, no tenía acceso a ningún tipo de enseñanza religiosa. Una sentencia del Rabí Eliezer —que cita Herca— señalaba por ejemplo que: “quien enseña la Torá a su hija, le enseña el libertinaje”, y otra replicaba: “Vale más quemar la Torá que transmitirla a las mujeres”. Añade Herca que la mujer no estaba obligada a ir en peregrinación a Jerusalén por las fiestas de Pascua, Pentecostés y los Tabernáculos, habitar en las tiendas en la fiesta y agitar los lúlab[6], hacer sonar el shofar[7] el día de Año Nuevo, leer el libro de Ester (magillah) en la fiesta de los Purín, recitar cada día el shemá, etc. De las dos partes de la sinagoga, sabbateion y andron, la primera, dedicada al servicio litúrgico, era accesible también a las mujeres; por el contrario, la otra parte, destinada a las lecciones de los escribas, sólo era accesible a los hombres y los muchachos, como ya indica su mismo nombre (Herca  2007:1). En consecuencia, el lector del NT  no debe pasar por alto el contexto cultural  —especialmente el judío[8]—  en el que las mujeres se movían, una sociedad hostil en donde incluso el nacimiento de una mujer, era una desgracia, de allí el lamento rabínico popular: “¡Desdichado aquel cuyos hijos son niñas!” (Nidda en Joachim 1977:386). Sin duda Jesús vino a reivindicar el valor de la mujer en aquella sociedad, no obstante, no quebrantó los propios límites que Dios estableció respecto los roles.

En el día de hoy, la distinción de roles en la sociedad, ha sido uno de los blancos principales del feminismo, y, que a través del concepto acuñado por las feministas   —el “igualitarismo”[9]— ha impulsado  la revuelta feminista incluso dentro de la iglesia evangélica moderna.  Sin embargo, y esto debemos subrayar, los roles no fueron impuestos desde la cultura, sino desde la misma creación (Gén. 2:18), lo cual no sólo observamos en el Génesis; Pablo subraya en sus epístolas las exigencia que se le pide a ella y a él, subrayando con ello el modelo original corrompido por el pecado.  La responsabilidad que le toca al hombre para con ella entonces, conlleva incluso dar su vida por ella, cuidándola como Cristo lo hizo con Su iglesia  (Efe. 5:25; Col. 3:19). A ella, se le pide que respete a su marido (Efe. 5:33) y que se sujete a él (cf. Col. 3:18; 1 Ped. 3:1; Tit. 2:5; 1 Cor. 14:34; Efe. 5:22,24; 1 Cor. 14:34). Lo anterior, es no sólo el modelo familiar que el NT quiere que los creyentes mantengan en sus hogares, también es el modelo que el NT y Dios desea se refleje en el culto público (1 Tim. 2:9-15; 1 Cor. 14:34), lo cual de manera particular, Pablo vuelve a recalcar en el caso de la mujer, en vista de su tendencia natural a salirse del control del hombre. “Porque no permito a la mujer enseñar,  ni ejercer dominio sobre el hombre,  sino estar en silencio.” (1 Tim. 2:12).  Es interesante notar que Pablo usa el término traducido como “ejercer dominio”RV60, “ejercer autoridad”BLA, “dominar al hombre”DHH, “imponer su autoridad” LPD de αὐθεντέω (authentéo) un vocablo compuesto de “autos”, uno mismo, y el término derivado de “jentes”, que significaba funcionante, o funcionando; de allí,  el que actuaba, o en este caso, la que actuaba por su propia cuenta y ejerciendo autoridad por propia cuenta, o como sería en nuestro contexto, “usurpando autoridad”[10], dicho de otro modo, autónoma. Vine añade: “En su utilización más antigua la palabra [αὐθεντέω (authentéo)] significaba a uno que con su propia mano daba muerte a otros o a sí mismo. Más tarde vino a denotar a uno que actúa asumiendo autoridad por su propia cuenta; de ahí, ejercer autoridad, dominio” (Vine 2007:295). Uno podría pensar que después de cuatro mil años la situación matrimonial mejoraría, sin embargo eso no ha sido así. Sin embargo, y al menos, los creyentes estamos sujetos hoy a Su Palabra de manera que la responsabilidad de los maridos —como ya hemos señalado— para con ella conlleva incluso dar su vida por ella, cuidándola como Cristo lo hizo con Su iglesia  (Efe. 5:25; Col. 3:19) evitando todo clase de despotismo[11] y aspereza con ella. A ella, —volvemos a mencionar— se le pide que respete a su marido (Efe. 5:33) y que se sujete a él, lo cual Pablo subraya de una manera reiterativa, lo cual no es tautología paulina  (cf. Col. 3:18; 1 Ped. 3:1; Tit. 2:5; 1 Cor. 14:34; Efe. 5:22,24; 1 Cor. 14:34). Éste es entonces es el modelo familiar que —como señalamos— el NT quiere que los creyentes mantengan no sólo en el hogar, sino también en el culto público (cf. 1 Tim. 2:9-15; 1 Cor. 14:34).


Bibliografía

Carson A. Donald 1996. Falacias exegéticas. Viladecavalls, España: Clie.
Herca, Jan  2009. Situación social de la mujer judía en tiempos de Jesús. Internet URL:
Jeremías, Joachim 1977. Jerusalén en tiempos de Jesús: estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento. Madrid, España: Cristiandad.
Jamieson & Fausset et al. 2003. Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo I: El Antiguo  Testamento. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones.
Keil, Carl & Delitzsch J. Franz 2008. Comentario al Texto Hebreo del Antiguo Testamento. Viladecavalls, Barcelona, España: Clie.
Kittel & Friedrich et al. 2002. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
MacArthur, John  2010. El dilema del divorcio, la Palabra de Dios para un compromiso permanente. El Paso, TX: Hispano.
Lópes, Augusto, Nicodemus 2014. Ordenación de la mujer, Respuestas Vol. 3. Guadalupe, Costa Rica: Clir.
Oepke  en:  Kittel & Friedrich et al. 2002. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 137.
Truman, Cliff 1996.Génesis. Terrassa, Barcelona, España: Clie.
Walton H. John, Matthews. H. Víctor  y Chavalas W. Mark   eds.  2004.  Comentario del contexto cultural de la Biblia, Antiguo Testamento, el trasfondo cultural de cada pasaje del Antiguo Testamento. El Paso, Texas, EE.UU.: Hispano.
Vine, W.E. 1999. Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaustivo. Nashville, TN: Caribe.






[1] El feminismo “eclesiástico” —una corriente bastante fuerte estos últimos años—  insiste que cabeza significa fuente, sin embargo, y como señala D.A. Carson, esta es otra falacia exegética inventada por Mickelsen, legada según Carson de S. Bedale (Carson 2013:43-44)
[2] El profesor Truman comentando 3:6 señala: «La frase hebrea “con ella”, imá, debe ser traducida e incluida en le texto: “a su marido con ella”. Esta frase implica que Adán estaba en olas inmediaciones, pero no la detuvo, haciéndose así doblemente culpable.» (Truman 1996:54).
[3] “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer,  y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él;  maldita será la tierra por tu causa;  con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá,  y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,  porque de ella fuiste tomado;  pues polvo eres,  y al polvo volverás.” (Gén. 3:17-19). 
[4] El profesor Truman señala que parte de las reacciones de la mujer se describen a ella lanzando recriminaciones y tiranía, y además, deseo desmesurado (Truman 1996:58).
[5] “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado,  y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres,  ¿no serás enaltecido?  y si no hicieres bien,  el pecado está a la puerta;  con todo esto,  a ti será su deseo,  y tú te enseñorearás de él.” (Gén. 4:6-7) RV60.
[6] Rama de palmera.
[7] Instrumento musical litúrgico judío.
[8] La situación la mujeres romanas, no era la misma, en donde a diferencia de la judías, las mujeres romanas podían acceder la educación, las matronas por ejemplo, gozaban  de un alto estatus  (Oepke 2003:137).
[9]Iguales en valor, iguales en roles”, un concepto humanista y secular, que ha entrado de manera desbocada al que hacer evangelical, no es casual que hoy en día no sólo se hable  “pastoras”, sino que desde hace un tiempo, se viene reclamando la ordenación de las mismas no sólo en Europa, —algo  aceptado — sino con mayor fuerza en estos últimos tiempos, en Latinoamérica.  Especial mención  merecen los agentes de influencia feminista humanista, especialmente desde la primera ola feminista con la inglesa Mary Wollstonecraft (1759-1797), y su libro “Una Vindicación de los Derechos de la Mujer”; Olimpe de Gouges (1748-1793), quien una año después publicaría, “Los Derechos de la Mujer”; la americana Judith Sargent (1751-1820)  quien publicaría, “La Igualdad de los Sexos”. La proliferación de escritos, reflexiones y propaganda feministas después de estos primeros escritos, no se hizo esperar, así aparecieron un sin fin de figuras feministas. Así en 1848 cerca de 100  mujeres se reunieron en New York, para ratificar la igualdad, estipulada en la “Declaración  de los sentimientos.”  No obstante, la construcción el feminismo moderno, ha sido encausado por la francesa Simone de Beauvoir (1908-1986) y Betty Friedan (1960-2006), ambas, con una influencia directa sobre la ola feminista eclesiástica, de aquí surge en el año 1952, el libro, “El Trabajo y el estatus de la mujer en la Iglesia” de Katherine  Bliss. Esto sirvió para que en el año 1961, en el Concilio Mundial de Iglesias, promoviera el panfleto, acerca de “la ordenación de las mujeres”, de esta manera, vendría la arremetida  hermenéutica-feminista de la igualdad de roles, basada en una eiségesis táctica de pasajes como Gálatas 3:28  (Lópes  2014:9-25) 
[10] Versión Revisada Inglesa.
[11] El término usado es מָשַׁל (mashál) que tiene la idea de gobernar, apoderarse, dominar sobre ella, con cierta idea de dominio negativo.

martes, 16 de mayo de 2017

¿Será atado, o ya fue atado Satanás (Apo. 20:1-3)? Entendiendo la hermenéutica amilenarista explicaba por el Pr. Sugel Michelén.

Por J.A. Torres Q.


El siguiente extracto, es la transcripción literal de la explicación[1] del Pr. Sugel Michelén con algunas palabras auxiliares nuestras para una mayor fluidez de su explicación;  esto, la primera explicación de las tres[2] preguntas que hace en esta serie de tres sermones de Apo. 20, tocante al tópico escatológico, principalmente del minuto 29:58s donde hace la primera pregunta: ¿Cuándo fue atado Satanás? Este extracto tiene por objetivo entonces simplemente presentar de manera objetiva el pensamiento amilenarista a la pregunta planteada para que el estudiante de las Escrituras, entienda la anatomía de la hermenéutica amilenarista en cuanto a lo escatológico no muchas veces entendida; por esto transcribimos literalmente los argumentos del Pr. Sugel, a quien por cierto respetamos mucho como un siervo de Dios grandemente usado hoy en Latinoamérica. Sin embargo,  y,  teniendo en cuenta que este tópico escatológico reclama respuestas frente al sin fin de  ideas y posturas que proponen ser la correcta, la idea aquí no es refutar el argumento expuesto por el pastor Sugel, sino mas bien poner en la mesa el análisis expuesto por él, primero, de manera objetiva y respetuosa, para de allí entender en parte, algunos tópicos del amilenarismo como se señala en la pregunta planteada.  Sin duda también para que quienes pensamos distinto afinemos nuestra convicciones, y quienes defienden esta posición, puedan darse a entender mejor, tal cual lo ha hecho aquí el pastor Sugel, que por cierto, ha predicado toda esta serie  tratando de responder y refutar a los dispensacionalistas que el mismo respeta reconociendo el mismo  que fue enseñado así, y que creyó por algún tiempo dicha postura, y que por cierto también  al presente llama: un complicado y artificioso programa escatológico (min. 27:30) del que le costó años  de estudio, para sacar los prejuicios del mismo, que añade él, no se eliminan fácilmente aludiendo al sistema dispensacional. Saque usted sus propias conclusiones entonces y comprenda los por qué, y por supuesto, las debilidades y quizás fortalezas de esta posición.    

Explicación del pastor Sugel a la pregunta: ¿Cuándo fue atado Satanás?

Una aseveración importante antes del análisis del pastor Sugel, es lo que señala de manera introductoria: “...hermanos, debemos insistir en que las Escrituras deben interpretarse de acuerdo a la metodología que emplearon Cristo y los apóstoles (min. 27:35s)”; y añade (min. 27:44): “…los evangelios y las epístolas deben ser nuestro punto de partida, no sólo para interpretar el Antiguo Testamento, sino también el Apocalipsis.”  

        Ahora bien, antes de dejar la explicación del pastor Sugel, debemos recordar que el ala amilenarista insiste que Juan no se refiere a un encadenamiento "literal", concluyendo que Satanás fue atado en la primera venida de Cristo, de esta manera la explicación a la pregunta: ¿Cuándo fue atado Satanás? Es explicada por el pastor Sugel Michelén como sigue:

       Lo primero que subraya el pastor Sugel es que la respuesta a esta pregunta nos la dan los apóstoles y Jesús, así, y no desde el mismo pasaje y libro aludido (Apo. 20:1-3)  explica dicho texto usando primero Mateo 12:28 señalando que allí, se revela claramente que Satanás fue atado (Mt. 12:29). Después salta a Lucas 10:17-19, señalando que en este relato, los discípulos estaban contentos porque los demonios se les sujetaban, señalando así, que Jesús vio a Satanás caer del cielo como un rayo. Así comentando este pasaje, más Lucas 11:17-22 concluye  que todos estos pasajes señalan e interpretan a Apocalipsis 20:1-3, de manera que Satanás no será atado posteriormente en la segunda venida de Cristo por mil años, como escribió Juan, sino que fue atado en la primera venida de Cristo. Lit.: (min. 36:38ss) “Cristo está diciendo que el hombre fuerte, el dios de este siglo tenía muy bien cuidada su ciudadela, pero que pasó, vino un hombre más fuerte que él con el poder de Espíritu  de Dios, instauró su reino  y el hombre fuerte ha sido atado. Juan capítulo 12:20-22…[y saltándose la respuesta del versículo 31, (no la del vs. 23) concluye] “...ahora es el juicio de este mundo, ahora el príncipe de este mundo será echado fuera, y yo si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo...” [comentando a reglón seguido, señala] [38:00ss] “…el hombre fuerte ha sido atado; dice aquí el príncipe de este mundo ha sido echado afuera, y consecuentemente lo mismo que dice Mateo: ahora podremos saquear su casa; dice Cristo, a todos atraeré a mí mismo. Es decir. Tanto griegos como judíos, a todos atraeré a mi mismo; este dice Cristo será uno de los resultados u obra de la cruz del calvario. [Pregunta] ¿Cómo será esto posible? Porque el príncipe de este mundo ha sido echado fuera. [min. 38:43] Colosenses capítulo dos….¿está atado o no está atado [Satanás]?; Colosenses capítulo 2:15 dice que Cristo despojó a los principados y las potestades y los exhibió públicamente triunfando sobre ellos en la cruz.  ¿Cuándo sucedió esto, en un futuro reino milenial? No, [fue] cuando Cristo triunfó sobre ellos en la cruz. Los despojó dice Pablo. [A reglón seguido añade literalmente] Hebreos capítulo 2:14-15. [Su comentario] “…y librar, aquí está lo importante, y librar a todos lo que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Hermanos guarden esto en su archivo mental. ¿Qué dice el apóstol autor de los Hebreos aquí? Dice que cuando Cristo murió, por medio de su muerte destruyó al que tenía el imperio de la muerte. Ahora bien, la palabra griega que usa el apóstol aquí, es katargéo una palabra compuesta de dos palabras, kata, que significa abajo y ergo que significa obrar. Esa palabra no significa destruir como una cosa dejó de existir, esa palabra significa reducir a la impotencia. De hecho, esta palabra katargéo es la misma que aparece en romanos 6:6 cuando dice que el cuerpo del pecado fue destruido a fin de que no sirvamos más al pecado. Todos sabemos que el pecado sigue morando en nosotros. Todos sabemos que el pecado sigue activo en nosotros, pero el pecado ya no nos gobierna, el pecado ya no es nuestro rey, el pecado fue reducido a la impotencia, esa es la palabra que usa el autor de Hebreos aquí: ¡Cristo por medio de su muerte ató al hombre fuerte! [Luego sigue su argumentación, citando 1 Jn. 3:8 señalando]: yo no quiero parecer tediosos buscando tantos textos, lo que quiero es probar y amarrar vuestras conciencias que yo no estoy haciendo todo un sistema basado en un texto oscuro [!Apo. 20:1-3!] de las Escrituras. Primera de Juan capítulo tres versículo ocho.  “El que practica el pecado es del diablo;  porque el Diablo peca desde el principio.  Para esto apareció el Hijo de Dios,  para deshacer las obras del Diablo...” y la palabra griega allí, lúse significa literalmente, para soltar las obras del Diablo. [Su conclusión desde 42:00] “El diablo fue atado y aquellos que han sido cautivos han sido soltados, han sido liberados”. El hombre fuerte ha sido atado. Hermanos, según todos estos textos, ¿cuándo Satanás fue atado? ¿Cuándo fue despojado de su poder de modo que ahora el pueblo de Dios puede saquear su casa, cuándo? [Responde min. 42:27] ...en la primera venida de nuestro Señor Jesucristo. Su triunfo en la cruz, ató a Satanás. Estos textos que acabamos de leer, aparte del texto que aparece en la visión de Apocalipsis en medio de un contexto sumamente simbólico, son los únicos textos que hablan de la atadura de Satanás por parte del Señor. Yo me pregunto hermano, [min. 42:50ss] ¿Vamos a interpretar todos  estos textos claros, partiendo de Apocalipsis 20 un texto sumamente simbólico? ¿O debiéramos más bien interpretar Apocalipsis 20 a la luz de todos estos textos que están claros? ¡Hermanos! ¿¡Cual es el sistema de interpretación que debemos usar!?


 Preguntas guías para un análisis preliminar

1.    ¿Fue atado Satanás en la primera venida de Cristo, y Apo. 20:1-3 es sólo un relato preterista simbólico? (Véase Apo. 1:1-3; 9-18; 19-20).
2.    Cuando interpretamos un libro, un pasaje particular de un libro o epístola, ¿deben ser los evangelios y las epístolas nuestro punto de partida?
3.   ¿Muestra el NT una metodología hermenéutica clara y sólida de los apóstoles?  
4.    ¿Es el texto de Apocalipsis 20:1-4 un texto oscuro?
5.    ¿No debería entenderse Apo. 20:1-4 primero en su contexto y su propósito, antes de ir a otros pasajes "paralelos"?
6.    ¿Enseña Mateo 12:28, Lucas 10:17-19 y Colosenses 2:15 que Satanás fue atado y está aún hoy atado?
7.    Según Mateo 12:28, ¿fue instaurado el reino de Dios?  (Compárese Jn. 18:36; Mt. 16:28;  26:29 cf. Mr. 14:25; Lc. 22:16,18).
8.    ¿Habla Lucas 10:17-19 y Col. 2:15 de la caída del domino de Satanás como “el príncipe de este mundo” y “el príncipe de la potestad del aire” (Efe. 2:2; 6:12)? (Véase Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-15; 1 Jn. 5:19)
9.    ¿A qué se refiere la frase que dice que el príncipe de este mundo fue echado afuera, se refiere “afuera” de todo dominio satánico sobre los hombres? (Véase Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-15; 1 Jn. 5:19)
10. Según Hebreos capítulo 2:14-15. ¿A qué se refiere el autor cuando dice que Cristo murió y que por medio de su muerte destruyó al que tenía el imperio de la muerte? ¿Señala a que Satanás quedó atado, fuera de servicio? (Véase Efe. 5:11-12; Stg. 4:7; Efe. 6:13-16)
11. Sin duda la palabra katargéo en Hebreos capítulo 2:14-15 es una palabra que señala la reducción a la impotencia, como se usa de Romanos 6:6 cuando dice que el cuerpo del pecado [del creyente] fue destruido a fin de que no sirvamos más al pecado. ¿Significa esto que Satanás fue atado, y ya no ejercer ningún tipo de obra maligna al presente sobre los incrédulos y aun, sobre los creyentes? (Véase Gál. 1:1-9;  1 Tim. 4:1-3; 1 Jn. 5:19; 1 Tes. 2:18 “una y otra vez”; 2 Cor. 4:3-4; Jud. 3)
12. Pregunta el pastor Sugel: ¿Cuándo fue despojado de su poder de modo que ahora el pueblo de Dios puede saquear su casa? ¿Cuándo? Responde el mismo: en la primera venida de nuestro Señor Jesucristo. Su triunfo en la cruz, ató a Satanás. Pregunta de nosotros: Sin duda la cruz de Cristo, su sacrificio expiatorio fue un golpe certero a Satanás, tal cual Colosenses 2:15 y otros pasajes más nos enseñan. Sin embargo: ¿Significa esto que Satanás fue atado y despojado de su poder? (véase 1 Ped. 5:8; 1 Jn. 5:19; 2 Tes. 2:7; 2 Tim. 4:1-4)
13. Por último, ¿es legítimo tomar todos estos versículos, Mateo 12:28, 10:17-19, Lucas 11:17-22, Juan  12:20-22, Hebreos capítulo 2:14-15, y 1 Jn. 3:8 y decir que así, la Biblia se interpreta a ella misma? En otras palabras, ¿están estos versículos en sus contextos particulares hablando de que Satanás fue atado, y definitivamente?



 Usted puede hacerse otras preguntas.  





[1] Sugel Michelén - Escatología - El Reino Milenial I https://www.youtube.com/watch?v=Krp6WrkJogk&t=489s
[2] Desde el minuto 29:58s: Primea pregunta: ¿Cuándo fue atado Satanás? Segunda pregunta: ¿Por cuánto tiempo fue atado? Y tercera pregunta: ¿Con qué propósito fue atado?