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lunes, 1 de junio de 2020

Pagán y la supuesta razón de la elección de Israel


Por J.A. Torres Q.



Habitualmente, cuando un erudito hace declaraciones cuestionables, no cita versículos, sino, un elaborado pensamiento o simplemente, una declaración directa de una “verdad” (nueva) que el iluminado autor quiere compartir con sus lectores. Aquí, otro caso que de hecho, ya he aludido antes, Samuel Pagán, así es, quien tiene más de un doctorado y es respetado en el medio evangélico, en mi opinión, más por su “erudición” que por su certeza exegética, dos cosas que evidentemente, no siempre están unidas; aquí, y en el siguiente ejemplo y aun siendo “erudito” (académico) simplemente no distingue la verdad circunstancial (el relato), de la verdad teológica (la teología). Específicamente, y relativo a la “verdadera” razón de la elección de Israel, Pagán dice escribiendo:

“No fue elegido Israel por alguna virtud étnica, de acuerdo con las narraciones bíblicas, sino porque estaban cautivos en Egipto, porque sufrían las penurias de la opresión, porque vivían la angustia de la persecución por parte de las autoridades políticas de Egipto. El fundamento primordial para la selección divina fue la fragilidad humana y nacional, no el descubrimiento de características especiales del pueblo. El Dios eterno y liberador respondió al clamor de un pueblo en necesidad, y esa respuesta al reclamo humano fue el contexto básico para la selección del pueblo de Israel.” (pág. 32).

Vamos con las aclaraciones.  Por supuesto, Israel no fue elegido “…por alguna virtud étnica”, pero, de acuerdo con las narraciones bíblicas, ¿fue realmente elegido porque estaban cautivos en Egipto? ¿Fueron elegidos simplemente —como dice Pagán— porque sufrían las penurias de la opresión, porque vivían la angustia de la persecución por parte de las autoridades políticas de Egipto? Veamos, como le digo a mi hijo en su “obligada” lectura diaria de las Escrituras, específicamente cuando vuelve con alguna pregunta: ¿¡Qué dice ahí Josué!? ¡No Josué! …no te pregunto lo que tú vez, sino, lo que dice el autor.

Veamos entonces, la respuesta circunstancial primero, para después observar las respuestas teológicas del mismo texto: de acuerdo a Éxodo 2:23-25, efectivamente, Israel estaba cautivo en Egipto y sufría las penurias de la opresión, y sin duda, vivían la angustia de la persecución por parte de las autoridades políticas de Egipto, pero, el texto señala: “…los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto…” (Éxo. 2:23-24a). ¿Observa bien lo que dice el texto? Se acordó de “Su” pacto. El texto hebreo que conoce muy bien Pagán dice וַיִּזְכֹּ֤ר אֱלֹהִים֙ אֶת־בְּרִית֔וֹ  y recordó Dios (elohim) Su pacto”.

Primera clarificación: Dios eligió a Israel porque se acordó de “Su” pacto. Segundo, “el fundamento primordial para la selección divina” nada tuvo que ver con la cuestión circunstancial, sino, con Él carácter de Dios quien cumple Sus promesas y determinaciones eternas. Dicho en otras palabras: Su Palabra estaba en juego, no simplemente una reacción “socialista” redentora de un pueblo que no dejaba de quejarse desde la tierra haciendo ruido hasta el tercer cielo.

Segundo, no era cualquier pueblo el que estaba sufriendo, era el pueblo del pacto incondicional que Dios había hecho, de allí que el autor bíblico añada: “…y se acordó de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.” (Éxo. 2:24b). Dios había empeñado Su palabra y con ello, la veracidad del único Dios verdadero entre el panteón pagano de la época.

Tercero, para que el lector no confunda una “ayuda social cósmica” con lo que es Su pacto, leemos en el versículo 25: “Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.” Note con atención, dice “y los conoció Dios”. El verbo hebreo “conocer” aquí, es traducido por la LXX por el conocido γινώσκω (ginósko). Como seguramente usted sabe o ha escuchado, ginósko no es esencialmente un término de carácter “informativo”, sino, “relacional”. ¿Qué estaba diciendo Dios entonces? Dios se acordó de ellos no solamente porque se acordó de Su pacto, y con ello, de Su Palabra empeñada, sino también y de manera esencial, porque los re-conoció como propiedad personal. Esto último nos dirige a las respuestas teológicas.

Dios eligió a Israel, no porque sufrían opresión, eso fue una cuestión circunstancial: los eligió por una cuestión que trasciende la eternidad. El mismo les dijo: “Con amor eterno te he amado…” (Jer. 31:3). ¿Amor eterno? ¿A qué se refiere Jeremías? ¡Pablo responde a esta duda! “No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció.” (Rom. 11:2b). Nota nuevamente, “…al cual desde antes conoció”, que es la traducción del aoristo de proginósko, aquí, “proégno”; nótese: pro-ginósko que, señala una relación paternal eterna de amor. Dicho en otras palabras, la elección de Israel está en la misma perspectiva divina de a quienes Pablo alude en Romanos 8 como a quienes Dios “… antes conoció→ [proégno], y antes predestinó” (Rom. 8:29). ¿Escogió Dios a Israel entonces porque simplemente estaban sufriendo?

Déjenme terminar con una ilustración. Supongamos que un día vas a buscar a tu hijo al colegio y te das cuenta que hay dos niños peleando duramente, sin duda, —piensas— como están las cosas decides ignorarlo, no quieres involucrarte en algo que pudiera traerte problemas, en efecto, no sabemos quiénes son sus padres; simplemente, no los tomas en cuenta porque de hecho, también, no tienes nada que ver con ellos. Pero, —acto seguido— volteas a ver hacia el otro lado y literalmente ves a tu hijo siendo golpeado por un niño abusivo, ¿qué haces? ¿Eres impulsado porque estás frente a una injusticia social? ¿Intervienes porque la paz de los futuros hombres ha sido quebrantada? ¿Eres impulsado porque ese niño ya está en suelo y es demasiado el abuso? ¡Por supuesto que no! Intervienes  y, “en el acto” porque quien está siendo objeto del abuso es  ¡Tú hijo! A quien amas con todo tu corazón.

Bueno, esta es la base esencial de nuestra elección. Su amor incondicional por nosotros (Rom. 8:2); de la misma manera, la base de la elección de Israel por parte de Dios  es Su propio amor eterno e incondicional expresado en algo que tiene el mismo rigor teológico  que Su Palabra escrita. Entonces, ¿fue elegido Israel simplemente porque sufrían las penurias de la opresión? ¿Fue el “fundamento” primordial para la selección divina  la fragilidad humana y nacional, y no el descubrimiento de características especiales de  este pueblo? Bueno, contrariamente a lo que dice Pagán, Israel no es especial porque en sí, tenga algo especial, lo cual es bastante claro en Deuteronomio 7:6-8; por el contrario, llegó a ser especial, porque cualquiera que no lo merezca, pero, que es objeto del eterno amor de Dios, entonces, automáticamente llega a ser especial, en este caso, porque Dios los hizo especiales al haber “pensado” en amor  en ellos en la eternidad.


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