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martes, 8 de marzo de 2016

Los Ancianos en el Nuevo Testamento: Autoridad, función y elección.



Por. Lic. Manfred A. Bluthardt

El peligro que la iglesia adapte sistema y formas de gobierno del mundo es siempre latente. En tiempos de la monarquía, era popular que la iglesia fuese gobernada por obispos y arzobispos. Bajo gobiernos autoritarios, la iglesia lucía con obispos metropolitanos y primatos eclesiásticos. No obstante, el problema que surgió después, y que aún se observa en muchas iglesias, es el de una adaptación sutil del concepto secular de la  “democracia”. Tal como si el pluralismo democrático resultará del contexto bíblico. Y no faltan los tergiversados argumentos como: “Así funciona el sacerdocio universal de los santos…”. “Los cristianos disfrutan del Espíritu Santo, así que también deben tener parte activa en el gobierno de la iglesia e influir en las decisiones…”;  “Ante Dios somos todos iguales, por eso yo quiero opinar y no puede ser que unos pocos manden el buque.” Los argumentos son muy comunes y susceptibles. Pero, ¿qué dice la Biblia?  “Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues cuidan de vosotros como quienes han de dar cuenta. Para que lo hagan  con alegría y sin quejarse, pues esto no os seria provechoso.” (Heb. 13:17) BAD.

Tres principios básicos resultan del análisis de este verso.

Primero: La autoridad del liderazgo de los ancianos debe ser reconocida y aceptada por la iglesia.
Segundo: La autoridad de los ancianos radica en la designación divina para esta responsabilidad.
Tercero: La autoridad de los ancianos no puede ser objetada y socavada sin daño para la iglesia.


Primero: La autoridad del liderazgo de los ancianos debe ser reconocida y aceptada por la iglesia.  (Heb. 13:17a)

¿Quiénes son los “dirigentes” que deben ser obedecidos? (cf. v. 24). El autor de Hebreos añade: “Saludad a todos vuestros dirigentes y a todos los santos.”  (Heb. 13:24). Todos son santos, creyentes, pero no todos son dirigentes, lo cual claramente se distingue. En el mismo capítulo  verso 7 se hace otra referencia a los “dirigentes”, en donde se lee: “acordaos de vuestros dirigentes que os hablaron la palabra de Dios.” (Heb. 13:7). Lo que resulta de la falta de respeto y sumisión a los dirigentes  es demostrado vívidamente en Núm. 12:2: “¿Acaso sólo por medio de Moisés ha hablado Jehová? No ha hablado también por medio de nosotros?” (Vea la reacción de Dios, el castigo de los culpables [Núm. 12:9῍]). Según Efesios 3:10[1] Dios quiere “por medio de la iglesia, dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios a los principados y a las autoridades en los lugares celestiales.” Entonces, ¿cómo pueden las congregaciones cristianas invertir [y subvertir]  el  orden adoptando sistemas de autoridad del mundo? Por ejemplo: los sistemas y modelos episcopales o congregacionales. Según 1 Cor. 12:2 no todos tienen el don de liderazgo  (cf. Rom. 12:4-8[2]). No todos los miembros tienen el mismo don; “solamente algunos presiden.” Interesante es también observar que los términos “dirigentes” y “ancianos” aparezcan en el NT solamente en el plural. No es entonces el concepto de Dios y de Jesucristo que el modelo autoritativo sea un-sólo-hombre sistema. Lamentablemente la historia ha revelado que algunos pastores han adoptado una  posición autoritativa y solitaria en el liderazgo de la iglesia, siendo ellos los jefes y los únicos líderes, práctica que no es bíblica. “Vosotros no seréis llamados Rabí (caudillo); porque uno sólo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos” (Mt. 23:8). El apóstol Pedro lejos de considerarse líder único y plenipotenciario, escribió: “A los ancianos entre vosotros le exhorto, yo anciano también con ellos…” (1 Ped. 5:1). Lejos de pretender ser “Papa” de la cristiandad y un pastor jefe.  “El príncipe de los pastores”, es Cristo, escribió  (1 Ped. 5:4). El que pretende ser más entonces, no solo está subvirtiendo el orden novotestamentario, sino que también con ello está mostrando su falta de humildad.

Segundo: la autoridad de los ancianos radica en la designación divina para esta responsabilidad (Heb. 13:17b)

Los miembros son llamados a obedecer a los ancianos antes de opinar, objetar y discutir. Pues hay una tremenda responsabilidad de parte de ellos en “velar y cuidar intensa  y ampliamente a las almas, sobre todo, el bienestar espiritual, lo cual recae en el NT —específicamente—  sobre los ancianos; !Ay si a los miembros les falta el alimento espiritual, la sana doctrina! Por ello Dios estableció estructuras de responsabilidad. El hombre es la cabeza de la familia (Efe. 5:22-23; Col. 3:18), como Cristo es la Cabeza de la iglesia (Efe. 5:23; 1 Cor. 3:10), y  los ancianos a la vez, son los líderes de la iglesia (Heb. 13:7,17). Por esto la iglesia no es una democracia, sino, una Teocracia. Una esfera donde Dios ejerce Su señorío soberano. La iglesia es de Dios; Jesucristo la compró para sí, por Su sangre preciosa. Nadie puede hacerse dueño de la propiedad de Dios, usurpando el derecho divino. Dios elige a sus administradores, cuando quiere, y como Él quiere, por lo tanto, los “ancianos” no dependen del voto de la mayoría de la congregación, sino del llamado de Dios (veamos nuestro proceder [errado]  habitual respecto la elecciones de ancianos en nuestras iglesias). Ahora bien, para el liderazgo de la iglesia se usan diferentes términos que indican diferentes funciones dentro de la conducción de la membrecía. “Dirigentes” o “líderes” (Heb. 13:17)[3]τοῖς ἡγουμένοις ὑμῶν (toĩs jeguménois júmõn lit.: “los que indican el rumbo”). Fil. 1:1[4] habla de “obispos”, esto es,   ἐπίσκοπος (epískopos) “un sobreveedor” (cf. Tit. 1:7; 1 Tim. 3:1-7) a quienes en  Tito 1:5-9 y Hechos 20:28,31 se les llama πρεσβύτερος  (presbúteros)→ “ancianos”,  quienes a la vez, son los “dirigentes” o “líderes” (Efe. 4:11), a quienes el autor de Hebreos denomina, ἡγέομαι  (jegéomai) que señala a quienes guían y dirigen  la iglesia,  de allí, el plural en la traducción:  “dirigentes ”LBLA (Heb. 13:7,17). Todos estos títulos o denominaciones son términos intercambiables e indican funciones del liderazgo. Por ejemplo, en Tit. 1:5-7 las mismas personas son llamados: “anciano” y “obispo”; y según 1 Pedro 5:1ss, (“ancianos”) tiene la responsabilidad de “pastorear”, quiere decir, ejercer el pastoreo. Según Hechos 20:17-28 son los “ancianos” a la vez “obispos”. Del NT no podemos entonces extraer los distintos puestos de una jerarquía eclesiástica [piramidal], pues estos conceptos señalan diferentes simplemente responsabilidades de liderazgo bajo la autoridad de Cristo. Las  cualificaciones son claras y ampliamente prescritas en 1 Tim. 3:1-7; Tit. 1:5-9; 1 Ped. 5:1-4 etc. Algunos confunden “diácono” con “anciano”, lo cual no es correcto. Mientras hay mujeres como “diaconisas”  al servicio de los santos; no hay mujeres en el liderazgo o función didáctica autoritativa de la iglesia (1 Tim. 2:12). Pero tanto los unos, como los otros deben cumplir con los requisitos espirituales y testimoniales (cf. Hec. 6,3ss; 1 Tim. 3:1-13; Tit. 1:6-9). La función que ejercen depende de los dones, capacidades y la fe (Rom. 12:3-8; Efe. 4:11). Es por eso, que ningún pastor es suficiente y requiere de la complementación de otros pastores, esto es, de otros “ancianos” [en una misma iglesia]. Tal cosa como primer anciano y segundo anciano es ridícula. Si hay un primer anciano, es Cristo. Ahora, las responsabilidades de los ancianos, son muchas (de ahí es evidente, que esto requiera un equipo de ancianos líderes).  Algunos ejemplos:

1.     1 Tes. 5:12- presidir la obra, instruir a los creyentes, trabajar arduamente.
2.     Tit. 1:9- preservar la palabra, mantener la doctrina sana, exhortar a los creyentes y refutar a los oponentes.
3.     Heb. 13:12- cuidar de las almas, ver por el bienestar espiritual de cada miembro.
4.     1 Ped. 5:1῍-apacentar el rebaño, con buena voluntad cuidarlo, servir no por dinero, sino de corazón, ser ejemplo y no patrón de otros.
5.     Hec. 20:28ss- cuidar el rebaño; pastorear la iglesia (cada anciano, no solamente el titulado pastor); velar ante adversarios y sectarios.
6.     1 Tim. 5:17- Tomar decisiones, determinar las metas, enseñar la Palabra.

Tercero: La autoridad de los ancianos no puede ser objetada y socavada sin daño para iglesia (Heb. 13:17c).

El tercer punto es un llamado fuerte a cada miembro a comportarse como tal, esto es, que no llegue a ser una carga continua, y causa de constante preocupación y ofensa para la iglesia y los de afuera. Oración constante, cooperación voluntaria y ayuda oportuna es el deber de cada miembro frente a los ancianos puestos por Dios en responsabilidad. Un anciano no es creyente perfecto, no lo era Moisés, ni Pablo, tampoco Pedro. ¿Qué hacer  cuando un anciano no cumple su ministerio o deja mal ejemplo? La instrucción es clara: 1 Tim 5:19ss. Como el honor de ser anciano es protegido contra inculpaciones falsas y rumores: “no admitas acusación contra un anciano a no ser que haya dos o tres testigos.” Si el pecado o la ofensa del anciano continúan y es pública, debe ser reprendido por los otros ancianos […]. No se debe considerar la persona  o defender su pecado “….repréndelos delante de todos para que los otros tengan temor… no haciendo nada con parcialidad”. En la epístola de 3 de Juan 9-10 encontramos un ejemplo apostólico de exhortación y trato con un anciano en pecado. Diótrefes tenía la ambición de ser el primero (ejercer poder, autoridad, mandar es siempre un peligro para los líderes) denigra a los otros ancianos con palabras maliciosas, rechaza a los siervos de Dios e impide el servicio a los santos. En vista de la tremenda responsabilidad que recae sobre los ancianos podemos entender la exhortación del apóstol Pablo: “No impongas las manos a ninguna con ligereza…” (1 Tim. 5:22a). La imposición de manos era señal de confirmación en el servicio. Y poniendo a alguien livianamente, sin considerar los requisitos sería hacerse culpable de fracaso. Por eso la Biblia habla de “elección”, pero, no en el sentido como nosotros lo concebimos, una votación secreta; “elección bíblica” es tener los criterios bíblicos presentes, aplicarlos a los posibles candidatos y orando por ellos, saber quiénes son los llamados por Dios y entonces confirmarlos en el misterio,  así pues, votos mayoritarios después de una campaña electoral eclesiástica, nada tiene que ver con el principio electivo que señala el NT (cf. Hec. 6:5; 14:23 oración y ayuno son los elementos principales 2 Cor. 8:19). Volver a las Escrituras en esta cuestión entonces, no tiene que ver con formas o cultura, o opiniones personales, ni estructuras eclesiásticas corporacionales, sino, con lo que la Biblia describe con clara inteligibilidad, Hebreos 13:17 es un ejemplo de ello.
                                                                                                     
Primero: La autoridad del liderazgo de los ancianos debe ser reconocida y aceptada por la iglesia.
Segundo: La autoridad de los ancianos radica en la designación divina para esta responsabilidad.
Tercero: La autoridad de los ancianos no puede ser objetada y socavada sin daño para la iglesia.











[1] “a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en las regiones celestiales…” (Efe. 3:10) LBLA.
[2] “Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros. Pero teniendo dones que difieren, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría.” (Rom. 12:4-8) LBLA.
[3] “Obedeced a vuestros pastores→ [dirigentes]  y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.” (Heb. 13:17) LBLA.
[4] Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos y diáconos.” (Fil. 1:1) LBLA.

1 comentario:

  1. Muy buena reflexion, clara y profunda. me quedo con esta frase "Lamentablemente la historia ha revelado que algunos pastores han adoptado una posición autoritativa y solitaria en el liderazgo de la iglesia, siendo ellos los jefes y los únicos líderes, práctica que no es bíblica." MUY DEACUERDO!! GRacias pastor Joel por compartir.

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