Por Pr. J.A. Torres Q.
Como profesor novato de Hechos me es difícil obviar las paradojas de los
comentaristas de este libro de la Biblia, y en especial, cuando me toca
analizar buenos comentarios como el de Simón Kistemaker de escatología
reformada que, en este debate no incluye
a herejes, por cierto. No obstante, no hay duda que la perspectiva aludida está
mucho más comprometida con la tradición agustiniana que con las —por así
decirlo— reglas básicas de la hermenéutica. Hechos 2:29-30 revela los
argumentos de Pedro, y las conclusiones derivadas de su cita anterior, Salmos
16; Kistemaker escribe bien, —al menos— la primera parte.
«¿Qué fue lo que Dios prometió a David con juramente? El “pondría a uno de los descendientes [de David] en su trono”. El Antiguo Testamento claramente afirma que Dios hizo juramento con la sucesión de David.» (Kistemaker 2007:105). Aun, Kistemaker alude a los Salmos para indicar la verdad de esta sucesión: “En verdad juró Jehová a David, y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono.” (Sal. 132:11). Evidentemente, y no hay que hacer un esfuerzo espasmódico para entender que la promesa davídica de un trono apuntaba a un reino literal y terrenal. En efecto, la idea tanto veterotestamentaria como novotestamentario, asume esta promesa como una promesa literal (cf. Sal. 2,16,22,40,45,69,72,89,96,99,110,118; Isa. 32, 42,49; Jer. 33:14ss; Dan. 9:24-27; Zac. 9:9-10; Sal. 72; Isa. 40, 43:1ss; 51:4-6; 53:1-12; 54:1-17; 60; 66; Eze. 36, 37; Ose. 2:14s; 14; Jl. 3:18ss; Miq. 7:11-13; Zac. 8,12; Isa. 35; 56:6-8; Eze. 34:11ss; Amo. 9:11-15; Miq. 5:4ss; Sof. 3:9-20; Zac. 14:16-21; Lc. 1:31-33; Mt. 19:28s; 25:31; Apo. 20:4ss; 1 Cor. 15:26ss.). Pero, ¿qué concluye Kistemaker en su comentario a Hechos 2:29-30? Escribe:
1. “Este pasaje muestra la cláusula condicional en la promesa de Dios a David, por la cual los descendientes de David estaban obligados a guardar el pacto de Dios y obedecer sus precepto.” (2007:105)
2. “Cristo ocupa el trono de David para siempre (Lc. 1:32-33), no en un reino terrenal sino en un reino eterno y espiritual (Jn. 18:36).” (:105)
Es evidente que la perspectiva escatológica reformada es más fiel a un concepto, a un paradigma tradicional agustiniano que, a lo que la Biblia revela de manera llana, de allí estas conclusiones que claramente revelan un acomodo, y en casos como este, una manipulación confesional del texto.
Bibliografía
Torres,
Joel 2015. Hechos, Material de estudio, under construction.
Kistemaker, Simón 2007.Comentario
al Nuevo Testamento, Hechos. Grand Rapids, MI: Desafío.
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