Buscar este blog

lunes, 9 de julio de 2018

¿Apocalipsis 19 y 20 secuenciales o recapitulativos? Una mirada a la "exégesis" de Hendriksen


Por J.A. Torres Q.



Tratar de comprender los capítulos 19 y 20 ya sea como capítulos secuenciales, o, recapitulativos, sin duda está determinado por la manera en que en sí, se interpreta el libro. Históricamente ha habido varias escuelas interpretativas al respecto, entres estas, la escuela crítica[1], la alegórica[2], la preterista[3], la histórica[4], la tópica o cíclica, esta última, escuela que sigue nuestro autor aquí, William Hendriksen y que promulga que Apocalipsis 4-19 consiste de visiones paralelas o ciclos[5], cada una de ellas, abarca la dispensación presente (Carballosa 28). Así, cada ciclo representa alguna fase de la historia de la iglesia. También está la escuela “idealista o simbólica”[6], y  finalmente, tenemos la escuela la futurista, la opuesta a las anteriores, que considera el libro de Apocalipsis como lo que es, una profecía del futuro (προφητεας [profeteías] 1:3; 22:7, 10, 18, 19), y todas las cosas que finalmente sucederán al final de los días. No obstante, las perspectivas que ha reflotado hoy en día, sin duda son las escuelas: alegórica, la cíclica y la simbólica, las tres, emparentadas con la escatología reformada.

         Ahora, de que Apocalipsis es cronológico, no solo se observa en la descripción que hace Juan en 1:19, sino también, en el carácter del libro, una profecía (Apo. 1:3; 22:18,19). El propio bosquejo inspirado que se le da a Juan: “Escribe las cosas que has visto,  y las que son,  y las que han de ser después de estas.” (Apo. 1:19). Así, el siguiente breve diagrama de flujo de este versículo, confirma esta cuestión. 


Ahora,  1:19 no es el único indicativo de que la profecía de Juan, es secuencial, esto es, cronológico. En este sentido, las palabras del primer capítulo, “…y oí”, “…y  me volví para ver”,  “…y vi”, son en sí la visión que recibe, y aun ésta, es de manera cronológica. Así mismo sigue la profecía en 4:1 “…después de esto miré”, así el 5:1, “…y vi”, que hasta aquí, sigue el patrón cronológico en 5:2 “…y vi”, 5:6 “…y miré y vi…”, 5:11 “…y miré”, así también el 6:1, “…vi cuando”; así, a la orden de “…ven y mira”, aparece el primer caballo. Después, el segundo caballo, y Juan nuevamente es mandado a mirar (6:3, 5,7 “…ven y mira”). Luego señala el 6:12 lo mismo, “…miré”; después en el capítulo 7, se usa por primera vez un adverbio, que aquí, es claramente una adverbio de tiempo μετά (metá) «“después” de esto», o “después de estas cosas”, las que  ya han pasado (cap. 6). Así, en 7:2 señala “…vi también…” Todo hasta aquí, es claramente secuencial.
 
Ya en 7:9 nuevamente se usa nuevamente  un giro adverbial de tiempo “…después de esto… 8:2 continua con “…y vi” en concordancia a la apertura de las trompetas. Así, el 9:5, menciona otro parámetro temporal, que es profetizado “cinco meses”, y esto, relativo a los tres ¡Ay” del 8:13. Llegando al 9:12, donde se señala que el primer ¡Ay! Ya pasó. Todo hasta aquí, es claramente una secuencia cronológica de los juicios divinos. El 11:3, sigue el relato de la profecía de manera secuencial. “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días…” Asimismo en 11:7, se señala que cuando hayan acabado el testimonio (los dos testigos), la bestia que sube del abismo, hará guerra con ellos los vencerá y los matará. Lo cual Juan cuenta de manera profética, pero a la vez, secuencial. Así, y pasado tres días, volvieron a vivir, y con ello, el gran terremoto y todo lo que lo acompaña 11:11-13. Aquí, ha pasado el segundo ¡Ay!; Hasta aquí, sigue siendo un relato secuencial.

Luego de esto, Juan ve lo que sucede en el cielo (11:15-17), paralelamente contando lo que sucede en la tierra (11:18-19). Luego, en 12:7 nuevamente se usa un sentido temporal, y aunque se usa la conjunción kaí, (“y”, aquí: también, o luego) en este contexto tiene sentido ilativo, así: «“después…” hubo una gran batalla». Nuevamente en 13:1, se señala “…y vi”, pero ya, en un escenario avanzado de domino diabólico. 13:11 nuevamente usa la conjunción “kaí” con sentido coordinativo temporal: “…después vi.” 14:1 sigue la misma idea. Avanzando el relato profético de lo que continua pasando y que sucederá. 14:6 nuevamente Juan usa el “vi”, que lo acompaña el propio relato señalando el avance propio de la profecía. En 14:13 Juan es nuevamente interpelado a escribir, o seguir escribiendo para llegar al 14:14 y relatar qué vio a final de los juicios que venían en 11:19. Luego, 15:1 nuevamente “vi”, para seguir con los juicios de las copas. Así el 15:5 señala, “después de estas cosas, miré…”; Κα μετ τατα (kaì metà taũta) lit.: “luego de estas cosas”, algo sin duda claramente  secuencial.

Después, en 17:1, Juan es llamado por uno de los siete ángeles de las copas de juicio, quien le dice, “ven acá, y te mostraré (futuro)…”, en concordancia al relato secuencial. 18:1, nuevamente un giro temporal  Μετ τατα εδον (metà taũta eĩdon) “después de estas cosas vi”, en concordancia con el relato profético cronológico. Así, llegamos al 19:1 con otro giro temporal en su sentido Μετ τατα κουσα (metà taũta ekusa) “después de esto, escuché”, relatando la entronización de Cristo, su venida con gran gloria y poder, listo para la batalla (19:2, 11,15).

Ahora, ¿cómo relata Juan el Armagedón entonces? De la misma manera que viene relatando los hechos, secuencialmente (cronológicamente). 17:1 entonces, reitera, “…y vi Κα εδον  (kaì eidon) lit.: “y vi”; lo mismo en 19:19 Κα εδον  (kaì eidon) “y vi”; en este caso, a la bestia, los reyes de la tierra y sus ejércitos reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra el ejército de éste. El Señor.

Hasta aquí, claramente el relato de Juan, es secuencial de acuerdo a su carácter profético. Ahora, ¿son entonces los capítulos 19 y 20 secuenciales o recapitulativos? Como se ha observado escuetamente, no solo la señales gramaticales muestran que todo el libro (4-22) es secuencial, también lo revela el crescendo  de los eventos y juicios mencionados. De esta manera llegamos a un  versículo clave tocante a la pregunta anterior y de esta breve reflexión. El versículo 20, del capítulo 19, el cual señala: 

“Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” (Apo.  19:20 RV60)

Según Apocalipsis 19:20 la bestia y el falso profeta son apresados y lanzados vivos dentro del lago de fuego (19:20) quedando solamente Satanás, quien de acuerdo al relato de Juan fue atado por mil años, encerrado en un abismo por mucho tiempo, mil años (20:1s). Así, siguiendo el relato natural del texto, uno se encuentra con la descripción del milenio (Apo. 20). La resurrección de los que salieron de la tribulación (20:4), a quienes dice el texto vivieron y reinaron con Cristo en esos mil años (20:4b).

Siguiendo la narración, Juan señala que cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su “prisión” y saldrá a engañar a las naciones para la última rebelión que incluirá a las naciones rebeldes. Ahora, de acuerdo a 20:10, dice Juan acerca del diablo que: “…fue lanzado en el lago de fuego y azufre…” (20:10a), y agrega: «…donde “estaban” la bestia y el falso profeta…»; lo anterior, claramente revela y subraya el aspecto secuencial de la profecía, lo cual responde llanamente a la pregunta.  Satanás, de acuerdo al texto, es lanzado “después”, bastante tiempo después que habían sido lanzados la bestia y el falso profeta; de acuerdo a Juan, después de los mil años. Así 20:10 concuerda con lo anterior, señalando que después de la rebelión del diablo, éste, fue lanzado al lago de fuego y azufre donde ESTABAN la bestia y el falso profeta. Dicho de otro modo. Lo anterior  revela claramente que el capítulo 19, es secuencial respecto el 20. Ahora, ¿qué señala William Hendriksen al respecto? Notemos las últimas líneas aquí.

Al leer el libro de Hendriksen (Mas que vencedores), uno que no está encandilado con una estructura puntal escatológica, puede cerciorarse que Hendriksen —siendo un excelente exégeta— escribe una idea totalmente ajena al texto.  Hendriksen señala que Satanás será lanzado al lago de fuego y azufre… donde “están” también la bestia y el falso profeta” (Hendriksen, Mas que vencedores pág. 200). Lo paradójico es que Hendriksen agrega a reglón seguido que: “…no es que la bestia y el falso profeta fueron realmente lanzados en el infierno antes de Satanás, sino que el castigo de la bestia y del falso profeta ya han sido descritos (Ap. 19:20). Todos caen juntos: Satanás, la bestia y el falso profeta.” (Hendriksen, Mas que vencedores pág. 201).

Sin duda esto puede ser difícil de aceptar para quien sigue la línea de Hendriksen, y lo más probable podría esgrimir a modo de excusa que “estaban” no aparece en el texto griego, lo cual sin duda es cierto[7], sin embargo, y como se ha demostrado, esto no es un argumento serio, pues por elipsis verbal  contextual (19:20), se da por sentado que tanto la bestia como el falso profeta fueron lanzados, antes.

Sin duda uno puede comprender que hay muchos creyentes que se adhieren a la escatología reformada con convicción (amilenarismo), otros, quizás más por popularidad. A pesar de esto, nos llama aun más la atención y de manera paradójica  lo que Hendriksen dice en varias frases. Siendo la primera frase sospechosa, así, y de una manera contraria a como Juan describe la situación, Hendriksen escribe: “…no es que la bestia y el falso profeta fueron realmente lanzados en el infierno antes de Satanás” (Hendriksen 2005:201). No es la única referencia de este estilo. Hendriksen de manera  flagrante escribe una segunda frase totalmente  opuesto a lo que el texto llanamente señala. Nótese que 20:1-3  dice claramente que Satanás fue atado por mil años, arrojado al abismo, y además, encerrado allí con un sello para que no pudiese engañar mas, a las naciones. Sin embargo Hendriksen pasando en medio del campo enemigo va, entra a la carpa del enemigo, toma un jugo, sale, y vuelve sin que ningún soldado se percatara de ello. Así es, Hendriksen escribió: “…el diablo no está atado en un sentido total…” (pág. 195), añadiendo increíblemente que: “…un perro atado firmemente con una cadena larga y fuerte puede hacer mucho daño dentro del círculo de su prisión.” (pág. 195). Uno puede claramente indicar que ejemplos tan evidentes como los anteriores, claramente pudieran ser la prueba de fuego de la fidelidad del reformado a lo que dice el texto, diríamos, a lo de solo escritura respecto su escuela, descubriendo todos que la   escuela de estos ha pesado mucho más, que lo que el texto tan llanamente dice.


 Llama la atención otras frases de Hendriksen que se pueden leer en el libro, intercaladas en el comentario como interpretaciones sutilmente diferentes a lo que el texto señala claramente. Así, podemos encontrar: “…es un símbolo apropiado…”, “…podía simbolizar”, “…puede indicar”, “…no es difícil de entender”, “…rogamos que no mal entienda nuestra interpretación”, “…recuerde”, “…piense.” Al parecer Hendriksen —no siendo por supuesto un teólogo herético— sentía la tensión de su ecléctica interpretación, no es casual que llame constantemente al lector, a aceptar lo que él escribe con clara persuasión,  por supuesto, aquí: una persuasión basada más bien en su premura y urgencia por convencer, que con una seria y correcta exégesis del texto en cuestión.





_______________

Bibliografía 

Radl,  1998. Art: “μέλλω” En:  Balz, Horst & Schneider, Gerhard (eds.) 1998. Diccionario Exegético del Nuevo Testamento (lambda - omega). Salamanca, España: Sígueme, 212.

Hendriksen, William 2005. Mas que vencedores. Grand, Rapids, MI: Desafío.
Lacueva, Francisco 1984. Nuevo Testamento Interlineal griego-español. Viladecavalls, Barcelona: Clie.
Robertson, A.T. 2003.Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento; 6 Tomos en uno. Viladecavalls (Barcelona) España: Clie.
Millos,  Samuel  2010a. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Apocalipsis. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Truman, Cliff 2011:1. Apocalipsis, comentario por Cliff Truman. Internet URL:






[1] Derivada del racionalismo en su forma moderna XVIII.
[2] La que surge desde la escuela de Alejandría con Clemente de Alejandría y Orígenes, siguiendo después con Ticonio, y posteriormente con Agustín de Hipona (354-430 d.C.). Así, esta escuela considera el libro más allá de del simbolismo, y pretende encontrar un significado más  allá de las llanas palabras de Juan (Carballosa 1997:25).
[3]  Lo que pertenece al pasado, esto quiere decir “preterismo.” Según esta escuela, Apocalipsis se cumplió dentro de los primeros siglos. Así, enseña que los capítulos 5-11 enseña la victoria de la iglesia sobre el judaísmo. Del 12-19 la victoria de cristianismo sobre el paganismo, y los capítulos 20-22 describen un cuadro del triunfo de la iglesia final (Carballosa 1997:26).
[4] Esta escuela es tienen algunas variantes, sin embargo se puede describir en la creencia que Apocalipsis presenta una amplia panorámica de la historia de la iglesia, desde el primer siglo, hasta la segunda venida; muy seguida por los movimientos reformistas del siglo XVI (Grau en Carballosa 1997:27). Prácticamente esta es la posición de Grau, y muchos reformados, así, Grau señala: “Apocalipsis presenta, en suma, el gran drama del conflicto de los siglos entre Cristo y su pueblo por un lado, y el Diablo y sus seguidores (consiste o no) por el orto. Cubre el desarrollo de toda la historia de la iglesia, del fluir incesante de la dinámica del Reino desde los inicios de la era cristiana hasta el gran acontecimientos de la Segunda Venida” (Grau en Carballosa 1997:27).
[5] El bosquejo cíclico es como sigue.
1-3 La iglesia sufriendo pruebas y tribulaciones.
4-7 La iglesia vengada, protegida y victoriosa.
8-11 Cristo combatiendo el dragón y sus ayudantes.
12-14 La ira final sobre el impenitente.
15-16 La caída de Babilonia y las bestias.
17-19 La ruina del dragón, Cristo y la iglesia vencedores (Hendriksen 2005:36).
[6] Esta escuela cree que Apocalipsis representa el eterno conflicto entre el bien y el mal en cada siglo o época, es evidente que esta escuela se ve obligada a seguir el método alegórico de interpretación (Carballosa  1997:31s).
[7] Francisco Lacueva, de la misma manera que Tamez y Trujillo traduce: “…donde también la bestia y el falso profeta (estaban)” (Lacueva 1984:1019). A.T. Robertson, traduce también: “donde estaban la bestia y el falso profeta.” (Robertson 2003:760).

No hay comentarios:

Publicar un comentario