Por J.A. Torres
Q.
Hay varios versículos que hablan de la deidad de Cristo, a través
de sus títulos[1] (Jn.
1:1-14; Heb. 1:1-4), o
nombres divinos (Heb. 1:1-4, 8; Isa. 7:14s; 9:6-7), sus atributos y sus obras (Col. 1:16; Heb.1:2s “Creador”, “Sustentador”) como los
pasajes mencionados anteriormente. Filipenses
2:6 es categórico en este sentido: “…el cual, siendo en forma de Dios, no
estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse.” (Fil. 2:6).
El cual, “…siendo en forma de Dios…”; el texto griego señala ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχων (jos èn morfẽ theũ jupárjon) enfatizando con el presente participio activo
ὑπάρχω (jupárjo)[2] que,
“el cual, Cristo” en su forma humana, seguía existiendo como Dios. Así Robertson
señala de esta cláusula: “Tenemos aquí una clara declaración de Pablo de la
deidad de Cristo” (Robertson 2003:517). La segunda
declaración es aun más enfática en este sentido. El texto griego literalmente señala: “[el cual, Cristo] no bien precioso consideró el ser
igual a Dios” (Millos 2016:151). Jesús pudo haber usado de
una prerrogativa divina de sostén frente a su difícil misión, el cual era el
hecho de que en su condición humana, era y seguía siendo Dios. Pablo lo expresa
llanamente diciendo τὸ εἶναι ἶσα θεῷ (tò eĩnai ĩsa Theõ) “el ser igual
a Dios”, usando el presente infinitivo activo del verbo εἰμί (eímí) “ser, existir”; y
el adjetivo —en sentido adverbial— nominativo neutro plural de ἴσος (ĩsos cf. [Apo.
21:16]) aquí, como ἶσα (ĩsa) “igual”
a Dios. Bien señala R. E. Brown y J. A. Fitzmyer et al.: “El que era igual a Dios no dejó de ser tal al
hacerse hombre y humillarse (cf. 2 Cor 8,9; Heb 5,8).” (Brown & Fitzmyer et al. 1972III:633). Quizás uno de los
versículos —no tan usados— son las
alusiones paralelas de Isaías 7:14s y su respectivo paralelo novotestamentario
de Mateo 1:23. Algunas líneas al respecto demuestran claramente que la deidad
de Cristo es otra doctrina ortodoxa de las Escrituras y por ende, del
cristianismo. Isaías 7:14 señala entonces: “…He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isa. 7:14). עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él) “Dios con nosotros”. Jesús es Dios entre nosotros.
En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (cf. Isa. 7:14;
8:8-10; Mt. 1:23). Este nombre indica que Jesús es más que un hombre. Él
también es Dios. Isaías dijo que el niño que iba a nacer de la virgen sería llamado
עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él): (Isa. 7:14, 9:3). Él es el resplandor de la gloria
de Dios y la representación exacta de la naturaleza de Dios (Heb. 1:3). Sin embargo,
עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él) es un
nombre que se da bajo un contexto histórico puntual, con una referencia tanto
histórica como profética, esto es, un nombre con doble referencia (cf. Hag. 2:20-23; Eze. 29:12ss). Isaías
7:1ss dice que en los días de Acaz rey de Judá, Rezin, el rey de Siria junto
con Peka, rey de Israel se habían unido para conquistar y dividirse Judá. Tres niños son mencionados en estos capítulos
(Isa. 7-9) como referentes proféticos de lo que Dios iba hacer, frente a esta
amenaza que Judá estaba experimentando.
Niños
|
Nombre
|
Significado
|
Tiempo
|
Primer niño (7:3)
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Sear-Jasub
|
Un remanente
volverá
|
Histórico-profético
|
Segundo niño
(7:14)
|
Emanuel
|
Dios con nosotros
|
Profético-
escatológico
|
Tercer niño (8:3)
|
Maher-Salal-Hasbaz
|
El despojo se
apresura
|
Histórico-profético
|
El
primer llamado de Dios a Isaías, es que junto a su primer hijo (Sear-Jasub) salga
al encuentro de Acaz, el nervioso rey de Judá. Este primer mensaje del profeta
es para animar a Acaz a no tener temor
de estos dos tizones que se han confabulado (7:6) en contra de él, juntamente con
el rey de Israel, Peka. El mensaje de Dios para Acaz es que esta coalición “no
subsistirás, ni será…”
(7:7), porque Damasco (Siria) sería conquistada por Asiria, y Efraín (Israel) sería destruida. No fue
menor la amenaza que Judá estaba experimentando, pues potencialmente esta
alianza podía haber acabado la dinastía de la casa de David (v. 7:13) haciéndola florecer de Tabeel
(7:6). Millos señala:
“El corazón de Acaz
estaba inquieto por la situación en su entorno. Si la coalición entre Israel
y Siria tenía éxito, la promesa de Dios en relación con el torno de David no
se produciría. La promesa mesiánica de un descendiente de David en el trono,
no tendría lugar (2 S. 7:12). Acaz trató de superar la situación que se
producía por su propia fuerza, mediante alianza con los asirios. Dios envió a
Isaías para alentar al Rey Acaz y anunciarle que la coalición enemiga no
prosperaría, que debía descansar en el Señor y no inquietarse (Is. 7:4-7). El
profeta le exhortó a pedir una señal a Dios como confirmación de las palabras
que se le daba. Sin embargo, Acaz no confiaba en Dios, sino en sus propias
alianzas, negándose a pedir una señal, en una falsa humildad” (Millos 2009:117).
|
“Pide para ti una señal del SEÑOR tu Dios que sea tan
profunda como el Seol o tan alta como el cielo.” (Isa.
7:11) LBLA. Dios estaba mandando a Acaz a pedir una señal, (שְׁאַל [sheal] qal imperfecto “preguntar”, “consultar”). A pesar
de la respuesta de Acaz, Dios dio la señal por el profeta a la “casa de David”
(Judá), cuestión que revela la importancia de esta profecía a los ojos de Dios.
La señal: “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal:
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre
Emmanuel. Comerá cuajada y miel hasta
que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes
que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra
cuyos dos reyes tú temes.” (Isa.
7:14-16) LBLA. Tres elementos concertarían esta señal.
1.
El niño nacería de
una virgen[3]
2.
Le pondrá por nombre
Emanuel
|
3.
Crecería en un
tiempo de calamidad nacional
|
4.
Mientras fuera
todavía muchacho, la coalición sirio-efraimita quedaría desecha.
|
Así, antes que estos
hechos ocurrieran el segundo hijo de Isaías nacería, cumpliendo sólo el último
elemento de esta señal. Esto es, que: «…antes que el niño sepa clamar “padre mío” o “madre
mía”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de
Asiria.» (Isa. 8:4) LBLA. El capítulo ocho, no es otra sección aparte del capítulo anterior (7), el relato comienza con וַיֹּ֤אמֶר (vayyomer) [y” dijo”; “y habló”]). El
profeta fue mandado a escribir en caracteres legibles acerca de este segundo
hijo de Isaías, Maher-Salal-Hasbaz
que significa: “El despojo se apresura, la presa se
precipita.” (Ryrie
1994:974). Finalmente en cumplimiento
concreto de esta profecía, Tiglat-Pileser III rey de Asiria, destruyó a Damasco
derrotando así, a Siria y a esta coalición, cuestión que trajo como
consecuencia directa la destrucción completa de las tribus del norte, Israel,
en el 722 a.C. (8:5ss). En cuanto a estos dos hijos de Isaías, el profeta
reconoce que: “…yo
y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel,
de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el monte Sion.” (Isa. 8:18) LBLA. En este contexto Dios
no había dado más que estas señales, dejando claro que, quienes quisieran saber
más, no debían escuchar ni ha médiums ni ha adivinos, la reprensión fue clara: “¡A
la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay
para ellos amanecer[[4]].”
(Isa 8:20) LBLA. Ambos hijos de Isaías fueron señales para el pueblo, sin embargo
la señal de “Emanuel”, no vio su cumplimiento en días de Acaz. El capítulo
nueve es un pasaje ligado a lo anterior; empieza con la preposición conjuntiva כִּ֣י (ki)
“porque, mas”. De esta manera
RV60 Lee: “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia…” (Isa. 9:1a). Judá estaba en
angustia, a punto de ser eliminada políticamente, y a través de Isaías Dios reveló al pueblo los días
escatológicos de juicio venideros (“aquel día”; “en aquel día”; “en aquel
tiempo” [7:17-25]) como las bendiciones de una era de paz (7:23-25). Pero
también el profeta entregó profecía de
juicio histórico (8:6-12).
En cuanto a la señal de “Emanuel”,
debe entenderse como una oráculo mesiánico, como dice
Millos: “La señal es ofrecida a un rey de la dinastía de David, por tanto, debe
entenderse como una promesa en el entorno mesiánico y dinástico hecha a la casa
de David (2 S. 7:12-16)” (Millos 2009:117). Además de ello, la fraseología no puede aplicarse al segundo hijo
del profeta, Maher-Salal-Hasbaz; pues la profetisa había dejado de ser virgen
cuando “concibió” (7:3 cf. 8:3). Debe advertirse que la profecía dice que
la virgen le pondrá por nombre: עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él), esto es: “Dios con nosotros”.
Cuestión que puede entenderse de dos maneras. En primer lugar, Dios aún está a
nuestro lado siendo Emanuel, sólo un símbolo de ello como era habitual en los
nombres hebreos. Y, segundo, Emanuel sería por santuario entre los hombres
(8:14). Esta última interpretación toma fuerza pues el mismo Isaías expande la
connotación mesiánica de este nombre (Emanuel)
en el capítulo nueve que también es parte de la idea que viene desarrollando
desde el capítulo seis. De manera que con כִּ֣י לֹ֣א (kí lo) una
conjunción ilativa con una negación (“porque no…; así que no…”) Isaías señala la unidad del pensamiento, llevando
el pasaje a su clímax escatológico: “Porque un niño nos es nacido, hijo
nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su
reino, disponiéndolo y confirmándolo en
juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” (Isa. 9:6-7). Emanuel, “Dios con
nosotros” entonces, toma un ribete distintivo, histórico, profético y escatológico. Así, Isaías 9:6-7 describe
las características de este niño, un niño con títulos que jamás niño alguno ha
tenido. El resumen de Isaías respecto los nombres de este niño, es entonces
como sigue:
Admirable
|
פֶּ֠לֶא (péle)
|
Maravilla, algo extraordinario. péle yoéts = maravilla de
consejero, es decir, un consejero admirable (Isa. 9:5/Isa. 9:6). (Chávez
1992:486)
|
Consejero
|
יוֹעֵץ֙ (yoéts)
|
Verbo, qal, participio. Aconsejar. De ahí, “maravilla” de consejero.
|
Dios Fuerte
|
אֵ֣ל גִּבּ֔וֹר (él-gibbor)
|
Dios poderoso. (cf. Isa. 10:21;
Sal. 24:8; )
|
Padre Eterno
|
אֲבִיעַ֖ד (abiád)
|
אֲבִי (abi),
padre + עַ֖ד (ád) eterno.
|
Príncipe de Paz
|
שַׂר־שָׁלֽוֹם (sar-shalóm)
|
שַׂר (sar)
principe + שָׁלֽוֹם (shalóm) paz
|
Cinco calificativos o títulos se adjudican a este niño: “Admirable”,
“Consejero”, “Dios poderoso”, “Padre eterno” y “Príncipe de paz”; además, el
profeta describe Su imperio y Su trono, como un trono eterno (Isa. 9:7). Sin
embargo no son simples oficios, pues
cada uno de estos apelativos incluye una connotación sobre humana que en
la historia de la nación no vio parangón humano alguno, sólo, hasta que Jesús vino a nacer. Para
Mateo todo esto aconteció para que se
cumpliese lo dicho por el “Señor” por medio de Isaías (Mt. 1:22), de esta manera
el propio Mateo interpretó la profecía de Isaías aplicándola a mismo Jesús. Así,
claramente leemos:
“He aquí, una
virgen (παρθένος [parthénos])[5] concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre
Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mt. 1:23)
|
“Emanuel”,
que traducido es: Μεθ᾽ ἡμῶν ὁ θεός (meth jémón jó
Theós), “Con
nosotros [el] Dios” (Mt 1:23)
|
La aplicación de cada uno de
estos oficios y títulos, sólo tiene directa relación con Jesús. Obsérvese el
siguiente cuadro.
Primera
venida
|
Segunda
venida
|
||
Admirable
|
En
sus venidas
|
Los
magos y la estrella Mt. 2:1-12; Lc.
1:31-35; 39-15; El “magníficat” de
María 46-56; el “benedictus”, el salmo de Zacarías 67-79; el “nunc dimittis”, la oración de Simeón 2:29-35; 2:1-14
|
Isa.
2:12-19
|
Consejero
|
En
su palabra
|
Lc. 4:15-22; Mr. 1:14,22ss; Mt. 5-7; Mr. 4:33; Jn.
7:46; Mt. 13:54; Lc. 24:32; Isa. 61:1-2a
|
Isa.
2:3; Isa. 61:1-2
|
Dios
|
En
el perdón
|
Lc.
5:17-26; Jn. 8:56-58;
|
|
Fuerte
|
En
sus obras
|
Lc.
6:17-19; 7:1-10; 11-17; 8:26-39; Mt. 8:1-4; 9:1-8; 8:23-27; Mc. 1:27; 4:41
|
Zac.
12:1-14
|
Padre
|
En
su carácter milenial
|
Mt.
3:13-17; 4:1-11; Jn. 10:30; 14:9
|
Isa.
40:11; 63:16; 64:8; Sal. 68:5,6; 103:13; Pro. 3:12
|
Príncipe
|
En
su oficio de rey
|
Lc.
19:28-44; 27:27-44; Lc. 1:31-33; 2:7,11; Efe. 2:14; Hec. 2:30; Zac. 9:9; Miq.
5:2/Mt. 2:3-6
|
Apo.
19:11-16; Dan. 2:44-45; 7:13-14
|
Como
se ha podido observar, Cristo no sólo es Dios por los adjetivos, calificativos
y títulos que la Biblia le da, además, tiene todos los atributos de la deidad
como: la omnipotencia (Mt. 8:3), la omnipresencia (Jn. 3:13; Mt. 20:28), la
omnisciencia (Mt. 11:27; Col. 2:2-3), la eternidad (Jn. 8:58), la santidad (1
Ped. 1:19-20;2:22) y todo esto es demostrado además por la adoración de la cual
es objeto (cf. Mt. 2:11; Lc. 24:52; Heb. 1:6; Apo. 5:11ss). Por todo
esto, no fue casual que el concilio de Nicea (326 d.C.) condenara a Arrio, quien
decía que Jesús era creado, señalando que Jesús era “homoiousios” en relación a
Dios, esto es, solamente “similar” a Dios, lo cual fue refutado por Atanasio,
quién explicó que el Hijo era “homoousios”,
esto es, de la misma sustancia que Dios. Aunque estos términos no aparecen en
las Escrituras, fueron los que estos dos teólogos usaron para defender sus
posiciones, y en especial, la que usó Atanasio y los concilios posteriores para
subrayar la deidad de Cristo. Aunque al presente los arrianos modernos siguen
cuestionando la divinidad de Cristo, las lecturas literales de sus propios
interlineales, en este caso, el “Interlineal
griego-inglés” de la Watchtower de 1969
(IGIW) son un contra argumento de Sus propias traducciones[6],
si es que se les puede llamar “traducciones.”
(IGIW 1969:884 [Fil 2:6])[7]
Bibliografía
Brown E.
Raymond & Fitzmyer A. Joseph et al. 1972. Comentario
Bíblico, “San Jerónimo” Tomo III. Huesca, Madrid, España: Cristiandad.
IGIW 1969. Interlineal
griego-inglés de la Watchtower 1986.
Internet URL:
Kistemaker, Simón 2007.Comentario al Nuevo
Testamento, Hechos. Grand Rapids, MI: Desafío.
Millos,
P. Samuel 2009. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Mateo.
Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Millos, Samuel 2016. Comentario
exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Filipenses. Viladecavalls,
(Barcelona): Clie.
Millos, Samuel 2016. Comentario
exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Juan. Viladecavalls,
(Barcelona): Clie.
Robertson,
A.T. 2003.Al texto Griego del Nuevo
Testamento; 6 Tomos en uno. Viladecavalls (Barcelona) España: Clie.
Ryrie,
Charles 1994. Biblia de Estudio versión
Reina Valera 1960. Grand Rapids, MI: Portavoz.
Ryrie,
Charles 1993. Teología Básica. Miami,
MI: Unilit.
[1] “Hijo de Dios” (1 Cor. 15:28; Sal 2:6; Heb. 1:5; 5:5;
Lc. 3:22). “Hijo de David” (2 Sam. 7:12-16; Mr. 12:35-37; Mt.15:22; Lc. 18:38); “Señor” (Rom. 10:9; 1 Cor.
12:3; 2 Cor. 4:5; Fil. 2:11). “Salvador” (Isa. 43:11-13; Hec. 4:12; Rom. 5:8s;
Jn. 3:16). “Rey de Reyes” (1 Tim. 6:15; Apo. 1:5; 19:16).
[2] Ser, existir, estar. Kistemaker señala: «El
participio presente ὑπάρχων está en contraste directo con
todos los aoristos que lo siguen, y por tanto tiene el sentido de un estado
permanente: Cristo Jesús existía y existe eternamente “en la forma de Dios.» (Kistemaker
2006:74).
[3] La palabra hebrea para virgen aquí (Isa.
7:14) es עַלְמָה (almáh)
y se refiere a una mujer joven, específicamente lista para casarse.
[4] RV60 lee: “¡A la ley y al
testimonio! Si no dijeren conforme a
esto, es porque no les ha amanecido.” Versus: “…es porque no hay para ellos amanecer” LBLA. La idea más posible aquí, y basados en el
versículo que sigue (vs. 21ss) con וְעָ֥בַר (veabar)
“y cruzarán”, señala unidad de pensamiento, siendo esto así, la traducción
final del versículo 20 bien puede ser, “…no
hay alba [de salvación] para ellos vs 21→ y pasarán por tierra fatigosa…”; dejando la idea de que, quienes (del mismo
pueblo) animan al pueblo a consultar a
los adivinos, no verán el amanecer de la salvación, sino que experimentarán el
juicio de manera radical (v. 21-22).
Cuestión que tiene base precedente escritural, debido a que las bendiciones de
Dios a su pueblo, fueron también condicionales.
[5] “La
idea de que Mateo adapta a su voluntad el traslado del texto cambiando la
palabra doncella [עַלְמָה (almáh)] por virgen [παρθένος (parthénos)] …confirma que la idea que se tenía del
significado de la profecía de Isaías es la de virgen más que la de doncella,
por tanto, la palabra que usa Mateo, bajo la dirección del Espíritu, es la que
corresponde al pensamiento de Dios contenido en las palabras del profeta, por
tanto, la virgen es María y Emanuel, es Jesús.”
(Millos
2009:119).
[6] “En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba
con Dios, y la Palabra era un dios.” (Jn. 1:1) TNM.
“quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a
una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.” (Fil. 2:6) TNM.
[7] “Who in form of God existing not snatching he considered the to
be equal (things) to God”. Traducción literal: “El cual en forma de Dios existe no arrebatando consideró que el ser igual
(cosas) a Dios.” (IGIW 1969:884).
[8] “In beginning was the Word, and the
Word was toward the god, and god was the Word.” Traducción literal: “En
el principio era la Palabra, y la Palabra estaba hacia el Dios, y Dios era la
Palabra.” (IGIW 1969:417).
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