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sábado, 17 de junio de 2017

La deidad del Hijo y las implicancias del nombre Emanuel

Por J.A. Torres Q.


Hay varios versículos que hablan de la deidad de Cristo, a través de sus títulos[1] (Jn. 1:1-14; Heb. 1:1-4), o nombres divinos (Heb. 1:1-4, 8; Isa. 7:14s; 9:6-7), sus atributos y sus obras (Col. 1:16; Heb.1:2s “Creador”, “Sustentador”) como los pasajes mencionados anteriormente.  Filipenses 2:6 es categórico en este sentido: “…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. (Fil. 2:6). El cual, “…siendo en forma de Dios…”;  el texto griego señala ὃς ἐν μορφῇ θεοῦ ὑπάρχων (jos èn morfẽ theũ jupárjon) enfatizando con el presente participio activo ὑπάρχω (jupárjo)[2] que, “el cual, Cristo” en su forma humana, seguía existiendo como Dios. Así Robertson señala de esta cláusula: “Tenemos aquí una clara declaración de Pablo de la deidad de Cristo” (Robertson 2003:517). La segunda declaración es aun más enfática en este sentido. El texto griego literalmente señala: [el cual, Cristo] no bien precioso consideró el ser igual a Dios” (Millos 2016:151). Jesús pudo haber usado de una prerrogativa divina de sostén frente a su difícil misión, el cual era el hecho de que en su condición humana, era y seguía siendo Dios. Pablo lo expresa llanamente diciendo  τὸ εἶναι ἶσα θεῷ (tò eĩnai ĩsa Theõ) “el ser igual a Dios”, usando el presente infinitivo activo del verbo εἰμί (eímí) “ser, existir”; y el adjetivo —en sentido adverbial— nominativo neutro plural de ἴσος (ĩsos cf. [Apo. 21:16]) aquí, como ἶσα (ĩsa) “igual” a Dios. Bien señala R. E. Brown y J. A. Fitzmyer et al.: “El que era igual a Dios no dejó de ser tal al hacerse hombre y humillarse (cf. 2 Cor 8,9; Heb 5,8).” (Brown & Fitzmyer et al. 1972III:633). Quizás uno de los versículos  —no tan usados— son las alusiones paralelas de Isaías 7:14s y su respectivo paralelo novotestamentario de Mateo 1:23. Algunas líneas al respecto demuestran claramente que la deidad de Cristo es otra doctrina ortodoxa de las Escrituras y por ende, del cristianismo. Isaías 7:14 señala entonces: “…He aquí que la virgen concebirá,  y dará a luz un hijo,  y llamará su nombre Emanuel.” (Isa. 7:14). עִמָּ֥נוּ אֵֽל (emanu-él) “Dios con nosotros”. Jesús es Dios entre nosotros. En Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (cf. Isa. 7:14; 8:8-10; Mt. 1:23). Este nombre indica que Jesús es más que un hombre. Él también es Dios. Isaías dijo que el niño que iba a nacer de la virgen sería llamado עִמָּ֥נוּ אֵֽל  (emanu-él): (Isa. 7:14, 9:3). Él es el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de la naturaleza de Dios (Heb. 1:3). Sin embargo, עִמָּ֥נוּ אֵֽל  (emanu-él) es un nombre que se da bajo un contexto histórico puntual, con una referencia tanto histórica como profética, esto es, un nombre con doble referencia (cf. Hag. 2:20-23; Eze. 29:12ss). Isaías 7:1ss dice que en los días de Acaz rey de Judá, Rezin, el rey de Siria junto con Peka, rey de Israel se habían unido para conquistar y dividirse Judá.  Tres niños son mencionados en estos capítulos (Isa. 7-9) como referentes proféticos de lo que Dios iba hacer, frente a esta amenaza que Judá estaba experimentando.

Niños
Nombre
Significado
Tiempo
Primer niño (7:3)
Sear-Jasub
Un remanente volverá
Histórico-profético
Segundo niño (7:14)
Emanuel
Dios con nosotros
Profético- escatológico
Tercer niño (8:3)
Maher-Salal-Hasbaz
El despojo se apresura
Histórico-profético

El primer llamado de Dios a Isaías, es que junto a su primer hijo (Sear-Jasub) salga al encuentro de Acaz, el nervioso rey de Judá. Este primer mensaje del profeta es para animar a Acaz  a no tener temor de estos dos tizones que se han confabulado (7:6) en contra de él, juntamente con el rey de Israel, Peka. El mensaje de Dios para Acaz es que esta coalición “no subsistirás, ni será…” (7:7), porque Damasco (Siria) sería conquistada por Asiria,  y Efraín (Israel) sería destruida. No fue menor la amenaza que Judá estaba experimentando, pues potencialmente esta alianza podía haber acabado la dinastía de la casa de David (v. 7:13) haciéndola florecer de Tabeel (7:6). Millos señala:

“El corazón de Acaz estaba inquieto por la situación en su entorno. Si la coalición entre Israel y Siria tenía éxito, la promesa de Dios en relación con el torno de David no se produciría. La promesa mesiánica de un descendiente de David en el trono, no tendría lugar (2 S. 7:12). Acaz trató de superar la situación que se producía por su propia fuerza, mediante alianza con los asirios. Dios envió a Isaías para alentar al Rey Acaz y anunciarle que la coalición enemiga no prosperaría, que debía descansar en el Señor y no inquietarse (Is. 7:4-7). El profeta le exhortó a pedir una señal a Dios como confirmación de las palabras que se le daba. Sin embargo, Acaz no confiaba en Dios, sino en sus propias alianzas, negándose a pedir una señal, en una falsa humildad” (Millos  2009:117).

Pide para ti una señal del SEÑOR tu Dios que sea tan profunda como el Seol o tan alta como el cielo. (Isa. 7:11) LBLA. Dios estaba mandando a Acaz a pedir una señal, (שְׁאַל [sheal] qal  imperfecto “preguntar”, “consultar”). A pesar de la respuesta de Acaz, Dios dio la señal por el profeta a la “casa de David” (Judá), cuestión que revela la importancia de esta profecía a los ojos de Dios. La señal: “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.  Comerá cuajada y miel hasta que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes tú temes.(Isa. 7:14-16) LBLA. Tres elementos concertarían esta señal.

1.     El niño nacería de una virgen[3]
2.     Le pondrá por nombre Emanuel
3.     Crecería en un tiempo de calamidad nacional
4.     Mientras fuera todavía muchacho, la coalición sirio-efraimita quedaría desecha. 

Así, antes que estos hechos ocurrieran el segundo hijo de Isaías nacería, cumpliendo sólo el último elemento de esta señal. Esto es, que: «…antes que el niño sepa clamar “padre mío” o “madre mía”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.» (Isa. 8:4) LBLA. El capítulo ocho, no es otra sección  aparte del capítulo anterior (7),  el relato comienza con וַיֹּ֤אמֶר  (vayyomer) [y” dijo”; “y habló”]). El profeta fue mandado a escribir en caracteres legibles acerca de este segundo hijo de Isaías, Maher-Salal-Hasbaz que significa: “El despojo se apresura, la presa se precipita. (Ryrie 1994:974). Finalmente en cumplimiento concreto de esta profecía, Tiglat-Pileser III rey de Asiria, destruyó a Damasco derrotando así, a Siria y a esta coalición, cuestión que trajo como consecuencia directa la destrucción completa de las tribus del norte, Israel, en el 722 a.C. (8:5ss). En cuanto a estos dos hijos de Isaías, el profeta reconoce que: “yo y los hijos que el SEÑOR me ha dado estamos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos que mora en el monte Sion. (Isa. 8:18) LBLA. En este contexto Dios no había dado más que estas señales, dejando claro que, quienes quisieran saber más, no debían escuchar ni ha médiums ni ha adivinos, la reprensión fue clara: “¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer[[4]].” (Isa 8:20) LBLA. Ambos hijos de Isaías fueron señales para el pueblo, sin embargo la señal de “Emanuel”, no vio su cumplimiento en días de Acaz. El capítulo nueve es un pasaje ligado a lo anterior; empieza con la preposición conjuntiva כִּ֣י  (ki) “porque, mas”. De esta manera RV60 Lee: “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia…” (Isa. 9:1a). Judá estaba en angustia, a punto de ser eliminada políticamente, y a través de  Isaías Dios reveló al pueblo los días escatológicos de juicio venideros (“aquel día”; “en aquel día”; “en aquel tiempo” [7:17-25]) como las bendiciones de una era de paz (7:23-25). Pero también el profeta  entregó profecía de juicio histórico (8:6-12).

En cuanto a la señal de “Emanuel”, debe entenderse como una oráculo mesiánico, como dice Millos: “La señal es ofrecida a un rey de la dinastía de David, por tanto, debe entenderse como una promesa en el entorno mesiánico y dinástico hecha a la casa de David (2 S. 7:12-16)” (Millos  2009:117). Además de ello, la fraseología no puede aplicarse al segundo hijo del profeta, Maher-Salal-Hasbaz; pues la profetisa había dejado de ser virgen cuando “concibió” (7:3 cf. 8:3).  Debe advertirse que la profecía dice que la virgen le pondrá por nombre: עִמָּ֥נוּ  אֵֽל   (emanu-él), esto es: “Dios con nosotros”. Cuestión que puede entenderse de dos maneras. En primer lugar, Dios aún está a nuestro lado siendo Emanuel, sólo un símbolo de ello como era habitual en los nombres hebreos. Y, segundo, Emanuel sería por santuario entre los hombres (8:14). Esta última interpretación toma fuerza pues el mismo Isaías expande la connotación  mesiánica de este nombre (Emanuel) en el capítulo nueve que también es parte de la idea que viene desarrollando desde el capítulo seis. De manera que con כִּ֣י לֹ֣א  (kí lo) una conjunción ilativa con una negación (porque no…; así que no…) Isaías señala la unidad del pensamiento, llevando el pasaje a su clímax escatológico: Porque un niño nos es nacido,  hijo nos es dado,  y el principado sobre su hombro;  y se llamará su nombre Admirable,  Consejero,  Dios Fuerte,  Padre Eterno,  Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,  sobre el trono de David y sobre su reino,  disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.  El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.(Isa. 9:6-7).  Emanuel, “Dios con nosotros” entonces, toma un ribete distintivo, histórico, profético  y escatológico. Así, Isaías 9:6-7 describe las características de este niño, un niño con títulos que jamás niño alguno ha tenido. El resumen de Isaías respecto los nombres de este niño, es entonces como sigue:

Admirable
פֶּ֠לֶא  (péle)
Maravilla, algo extraordinario. péle yoéts = maravilla de consejero, es decir, un consejero admirable (Isa. 9:5/Isa. 9:6). (Chávez 1992:486)
Consejero
יוֹעֵץ֙ (yoéts)
Verbo, qal, participio. Aconsejar. De ahí, “maravilla” de consejero.
Dios Fuerte
אֵ֣ל גִּבּ֔וֹר (él-gibbor)
Dios poderoso. (cf. Isa. 10:21; Sal. 24:8; )
Padre Eterno
אֲבִיעַ֖ד (abiád)
אֲבִי  (abi), padre + עַ֖ד (ád) eterno.
Príncipe de Paz
שַׂר־שָׁלֽוֹם (sar-shalóm)
שַׂר (sar) principe + שָׁלֽוֹם (shalóm) paz

Cinco calificativos o títulos se adjudican a este niño: “Admirable”, “Consejero”, “Dios poderoso”, “Padre eterno” y “Príncipe de paz”; además, el profeta describe Su imperio y Su trono, como un trono eterno (Isa. 9:7). Sin embargo no son simples oficios, pues  cada uno de estos apelativos incluye una connotación sobre humana que en la historia de la nación no vio parangón humano alguno,  sólo, hasta que Jesús vino a nacer. Para Mateo todo esto aconteció  para que se cumpliese lo dicho por el “Señor” por medio de Isaías (Mt. 1:22), de esta manera el propio Mateo interpretó la profecía de Isaías aplicándola a mismo Jesús. Así, claramente  leemos:

“He aquí,  una virgen (παρθένος [parthénos])[5] concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mt. 1:23)

“Emanuel”, que traducido es: Μεθ᾽ ἡμῶν ὁ θεός (meth jémón jó Theós), “Con nosotros [el] Dios”  (Mt 1:23)

La aplicación de cada uno de estos oficios y títulos, sólo tiene directa relación con Jesús. Obsérvese el siguiente cuadro.



Primera venida
Segunda venida
Admirable
En sus venidas
Los magos y la estrella  Mt. 2:1-12; Lc. 1:31-35; 39-15; El “magníficat” de María  46-56; el “benedictus”, el salmo de Zacarías 67-79; el “nunc dimittis”, la oración de Simeón 2:29-35; 2:1-14
Isa. 2:12-19
Consejero
En su palabra
Lc. 4:15-22; Mr. 1:14,22ss; Mt. 5-7; Mr. 4:33; Jn. 7:46; Mt. 13:54; Lc. 24:32; Isa. 61:1-2a
Isa. 2:3; Isa. 61:1-2
Dios
En el perdón
Lc. 5:17-26; Jn. 8:56-58;

Fuerte
En sus obras
Lc. 6:17-19; 7:1-10; 11-17; 8:26-39; Mt. 8:1-4; 9:1-8; 8:23-27; Mc. 1:27; 4:41
Zac. 12:1-14
Padre
En su carácter  milenial
Mt. 3:13-17; 4:1-11; Jn. 10:30; 14:9
Isa. 40:11; 63:16; 64:8; Sal. 68:5,6; 103:13; Pro. 3:12
Príncipe
En su oficio de rey
Lc. 19:28-44; 27:27-44; Lc. 1:31-33; 2:7,11; Efe. 2:14; Hec. 2:30; Zac. 9:9; Miq. 5:2/Mt. 2:3-6
Apo. 19:11-16; Dan. 2:44-45; 7:13-14

Como se ha podido observar, Cristo no sólo es Dios por los adjetivos, calificativos y títulos que la Biblia le da, además, tiene todos los atributos de la deidad como: la omnipotencia (Mt. 8:3), la omnipresencia (Jn. 3:13; Mt. 20:28), la omnisciencia (Mt. 11:27; Col. 2:2-3), la eternidad (Jn. 8:58), la santidad (1 Ped. 1:19-20;2:22) y todo esto es demostrado además por la adoración de la cual es objeto (cf. Mt. 2:11; Lc. 24:52; Heb. 1:6; Apo. 5:11ss). Por todo esto, no fue casual que el concilio de Nicea (326 d.C.) condenara a Arrio, quien decía que Jesús era creado, señalando que Jesús era “homoiousios” en relación a Dios, esto es, solamente “similar” a Dios, lo cual fue refutado por Atanasio, quién  explicó que el Hijo era “homoousios”, esto es, de la misma sustancia que Dios. Aunque estos términos no aparecen en las Escrituras, fueron los que estos dos teólogos usaron para defender sus posiciones, y en especial, la que usó Atanasio y los concilios posteriores para subrayar la deidad de Cristo. Aunque al presente los arrianos modernos siguen cuestionando la divinidad de Cristo, las lecturas literales de sus propios interlineales, en este caso,  el “Interlineal griego-inglés”  de la Watchtower de 1969 (IGIW) son un contra argumento de Sus propias traducciones[6], si es que se les puede llamar “traducciones.”  


(IGIW 1969:884 [Fil 2:6])[7]

 
(IGIW 1969:417)[8]



Bibliografía


Brown E.  Raymond & Fitzmyer A. Joseph et al. 1972. Comentario Bíblico, “San Jerónimo” Tomo III. Huesca, Madrid, España: Cristiandad.
IGIW 1969. Interlineal griego-inglés  de la Watchtower 1986. Internet URL:
Kistemaker, Simón 2007.Comentario al Nuevo Testamento, Hechos. Grand Rapids, MI: Desafío.
Millos, P. Samuel  2009. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Mateo. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Millos,  Samuel  2016. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Filipenses. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Millos,  Samuel  2016. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, Juan. Viladecavalls, (Barcelona): Clie.
Robertson, A.T. 2003.Al texto Griego del Nuevo Testamento; 6 Tomos en uno. Viladecavalls (Barcelona) España: Clie.
Ryrie, Charles 1994. Biblia de Estudio versión Reina Valera 1960. Grand Rapids, MI: Portavoz.
Ryrie, Charles 1993. Teología Básica. Miami, MI: Unilit.








[1]Hijo de Dios” (1 Cor. 15:28; Sal 2:6; Heb. 1:5; 5:5; Lc. 3:22).  “Hijo de David” (2 Sam. 7:12-16; Mr. 12:35-37; Mt.15:22; Lc. 18:38); “Señor” (Rom. 10:9; 1 Cor. 12:3; 2 Cor. 4:5; Fil. 2:11). “Salvador” (Isa. 43:11-13; Hec. 4:12; Rom. 5:8s; Jn. 3:16). “Rey de Reyes” (1 Tim. 6:15; Apo. 1:5; 19:16).
[2] Ser, existir, estar. Kistemaker señala: «El participio presente ὑπάρχων está en contraste directo con todos los aoristos que lo siguen, y por tanto tiene el sentido de un estado permanente: Cristo Jesús existía y existe eternamente “en la forma de Dios.» (Kistemaker 2006:74).
[3] La palabra hebrea para virgen aquí (Isa. 7:14) es עַלְמָה (almáh) y se refiere a una mujer joven, específicamente lista para casarse.
[4] RV60 lee: “¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto,  es porque no les ha amanecido.” Versus: “…es porque no hay para ellos amanecer” LBLA. La idea más posible aquí, y basados en el versículo que sigue (vs. 21ss) con  וְעָ֥בַר  (veabar) “y cruzarán”, señala unidad de pensamiento, siendo esto así, la traducción final del versículo 20 bien puede ser, “…no hay alba [de salvación] para ellos vs 21→ y pasarán por tierra fatigosa…”;  dejando la idea de que, quienes (del mismo pueblo)  animan al pueblo a consultar a los adivinos, no verán el amanecer de la salvación, sino que experimentarán el juicio de manera radical (v. 21-22). Cuestión que tiene base precedente escritural, debido a que las bendiciones de Dios a su pueblo, fueron también condicionales. 
[5]La idea de que Mateo adapta a su voluntad el traslado del texto cambiando la palabra doncella [עַלְמָה (almáh)]  por virgen [παρθένος (parthénos)] …confirma que la idea que se tenía del significado de la profecía de Isaías es la de virgen más que la de doncella, por tanto, la palabra que usa Mateo, bajo la dirección del Espíritu, es la que corresponde al pensamiento de Dios contenido en las palabras del profeta, por tanto, la virgen es María y Emanuel, es Jesús. (Millos  2009:119).
[6]En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.” (Jn. 1:1) TNM.  “quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.” (Fil. 2:6) TNM.
[7]Who in form of God existing not snatching he considered the to be equal (things) to God”. Traducción literal: “El cual  en forma de Dios existe  no arrebatando consideró que el ser igual (cosas) a Dios.” (IGIW 1969:884).
[8]In beginning was the Word, and the Word was toward the god, and god was the Word. Traducción literal: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba hacia el Dios, y Dios era la Palabra.(IGIW 1969:417).

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