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jueves, 21 de mayo de 2020

Gálatas 6:16 ¿Supersesionismo sutil hermenéutico? Déjame explicarme...


Por J.A. Torres Q.



Por J.A. Torres Q.

Pablo explica en Romanos 9:6-13 (58 d.C.) por qué no todos los israelitas se salvan (9:3-5) y la razón que da, es que Dios tiene  un remanente dentro de Israel, tal cual —de hecho— lo tiene  entre los gentiles. Es en este sentido que Pablo habla aquí de un  “Israel de Dios” algo que ya había tocado en Gálatas 6:16 (49-50 d.C.). Por eso dice: “Pero no es que la palabra de Dios haya fallado. Porque no todos los descendientes de Israel son Israel [Ἰσραήλ, οὗτοι Ἰσραήλ]”  (9:6 LBLA). Nótese que Pablo no dice aquí: porque no todos los que descienden de “Israel son israelitas” (RV60), sino: porque no todos los que descienden de Ἰσραήλ, οὗτοι Ἰσραήλ de “Israel [étnico] son Israel [remanente espiritual]”.

Dicho en otras palabras, Pablo está pensando en aquellos judíos piadosos que son parte del “Israel” de la promesa (Rom. 9:8). Lo mismo  que dice en Gálatas 6:16, cuando contrasta implícitamente  a los judíos incrédulos de la carta cuando capitula que: “Y a todos [judíos y gentiles] los que anden conforme a esta regla,  paz y misericordia sea a ellos,  y al Israel de Dios [remanente espiritual judío]” (Gál. 6:16), esto,  en contraste a los judíos incrédulos que se maravillaron con otro evangelio (Gál. 1:6ss), a los judíos que insistían en la obras de la ley (Gál. 2:15ss), a los judíos  que habían sido fascinados con la anti verdad-cristiana (Gál. 3:1ss), a los judíos incrédulos que querían ser revestidos no solo de Cristo, sino además, de las obras de la ley (Gál. 23ss). A los judíos incrédulos que querían seguir permaneciendo en la esclavitud de los  rudimentos del judaísmo (Gál. 4:8-10).  A los judíos incrédulos que querían seguir bajo el yugo de la circuncisión (Gál. 5:1ss).  

Ahora, cuando abres la Biblia de Estudio “Herencia Reformada”, —una buena versión de estudio en general— te vas a encontrar con la siguiente nota de Gálatas 6:16:

“Al Israel de Dios. Significa toda la compañía del pueblo de Dios, compuesto tanto de judíos como de gentiles.” (pág. 1723).

Cabe señalar que Bilkes —el editor del NT— no está diciendo una herejía, no, pero sí, inserta en el texto una idea que deviene de la Teología del Pacto, paradigma teológico-filosófico que es la causa de fondo de su sutil interpretación supersesionista (Israel, fue reemplazado o suplantado por el “nuevo Israel”, la iglesia). ¿Qué significa realmente esta referencia paulina  tomando en cuenta el contexto directo? Pablo está haciendo una distinción triple aquí. Primero, se refiere a la iglesia (todos los que anden); segundo, —implícitamente— a los judíos incrédulos y al “Israel de Dios” como una alusión a los judíos creyentes en contraposición a los anteriores. Tomando las mismas palabras de Bilkes, Pablo en realidad está diciendo lo siguiente:

“Al Israel de Dios. Significa toda la compañía de creyentes judíos que son  parte del pueblo de Dios compuesto por,  judíos creyentes y  gentiles creyentes” 

 Dicho en otras palabras, desde el punto de vista soteriológico, hay  solo un pueblo de redimidos que consta de un remanente gentil y un remanente judío que Dios conoció de ante mano (Rom. 9:16-29); pero, Pablo hace una distinción retórica en Gálatas. Siempre hubo dos grupos en Israel, los  judíos incrédulos y los judíos piadosos que fueron circuncidados de corazón.  Esto, se resume de la siguiente manera:


1.  “Y a todos los que anden”: los redimidos en la iglesia (judíos y gentiles [Rom. 9:20-24])    
2.  y al “Israel de Dios”: el remanente piadoso del Israel físico (Rom. 9:27)


Conclusiones

1.  ¿Qué significa realmente esta referencia paulina (“el Israel de Dios”)  tomando en cuenta no solo el contexto directo, sino también, el contexto teológico? Sin duda, la “descendencia” de Israel que alcanza las promesas de salvación que alude Pablo en Romanos no devienen por medio de una condición  biológica y natural de ser israelita  (Rom. 9:6-7), por supuesto, esto es: ser descendiente físico-étnico de Israel (Rom. 9:8). Esto —y teniendo Pablo en mente a Israel— se debe al hecho soteriológico de que  llegar a ser “hijos de Dios” (Rom. 9:8) “ser descendientes” de la promesa (7:8), ser “elegido” (vs. 11), “ser llamado”,  “ser contados” o “nombrado entre los salvos” (vs. 8) “y no por obras” (9:11)   nunca  ha  dependido de  la condición natural, sino, de la elección eterna de Dios, tanto para unos (judíos del remanente), como para otros (gentiles de Su remanente).

Por eso Cristo mismo dijo al judío Nicodemo que, para ser parte del reino de Dios,  no le servía su carnet judío, debía nacer de nuevo (Jn. 3).  Sin embargo, esto en ninguna caso significa que Dios desechó a Israel como pueblo escogido, aún, y que por su rebeldía los haya desechado definitivamente; ¡por el contrario! Su rebeldía y su endurecimiento “en parte” corroboran su elección, y aun más, su futura restauración.  Por supuesto, un judío elegido hoy no va a vivir —suponiendo que Cristo volviera en 500 años más—  tales años para que tal “restauración” tenga su cumplimiento “literal”, no, hoy el creyente judío llega a ser parte de la iglesia por medio de Cristo y esto es justamente lo que Pablo dice en Romanos 11:31 cuando dice que ellos también “ahora” (νν), están alcanzando salvación, lo cual, no niega la conversión masiva que Dios ha decretado para con ellos en el contexto del día de YHVH, la segunda venida; teniendo en cuenta que hoy creyentes judíos de manera individual están siendo salvados,  no debe olvidar el creyente contemporáneo hoy que el mismo Pablo nos dice en Romanos 11:25 que existe un “misterio” con respecto a ellos como "pueblo" (sentido corporativo), y es, el endurecimiento en el que han sido puestos (por Dios) como nación (Ἰσραὴλ [11:25]) “hasta”, que la “plenitud de los gentiles” elegidos (el remanente gentil), se complete, entonces dice Pablo citando las profecías (Sal. 14:7; 48:11; 53:6; 69:35; 84:7; 110:2;  Isa. 1:27; 2:3ss; 12:6; 24:23; 46:13), que Israel (los que son parte del remanente eterno, “todos”) vendrán  a ser salvos cumpliéndose así, la plenitud del remanente judío al que Pablo llama en 11:25, "todo Israel". 

2.  ¿Que está diciendo Pablo teológicamente con esto, y a la vez, escatológicamente hablando? Primero, que   Israel como pueblo étnico sigue siendo parte esencial en los planes de Dios; en consecuencia, no hay un “nuevo Israel”, la iglesia no ha reemplazado o suplantado al pueblo original de Dios, Israel sigue siendo parte esencial, de los planes de Dios con ellos. Y segundo, que, si bien es cierto la salvación de los judíos no se debe a su condición de judíos naturales (étnicos), aun, habiendo ellos —el pueblo étnico— recibido las promesas (pactos) a las que la iglesia ha sido invitada (11:17s "olivo silvestre" injertado), en el contexto  del día de YHVH (la segunda venida), los que serán salvos dentro del Israel,   justamente, serán judíos "incrédulos" de condición  étnica y biológica que formarán parte del remanente que Dios se ha reservado desde antes de la fundación del  mundo, en palabras de Pablo, en su plena restauración, lo que incluye una restauración espiritual (Eze. 36:26), pero también, geo-política (Eze. 36:28).

Teniendo en cuenta lo anterior entonces, ¿por qué crees que Pablo en Romanos 11:26  refiriéndose a la salvación de “todo Israel” (remanente histórico + remanente escatológico = todo Israel)  señala que vendrá de Sion el Libertador, el que además   apartará no de la iglesia, sino de “Jacob” la impiedad y que, el pacto que hará con ellos, será cuando Dios mismo quite sus pecados (Rom. 11:26)? ¿Está subvirtiendo entonces Pablo realmente  el AT? ¿Esta reinterpretándolo o más bien, está confirmando a los profetas referente a la futura restauración de Israel? Aun más, ¿por qué crees que en cuanto al evangelio dice Pablo son “hoy” enemigos por causa de los gentiles (Rom. 11:28), pero, en cuanto a la elección siguen siendo lo que son en las promesas porque fueron  amados y son amados por Dios?

3.  Teniendo en cuenta todo lo anterior, hay que convenir que la restauración futura de Israel (remanente histórico + remanente escatológico = todo Israel) no se fundamenta en el dispensacionalismo,   sino, en las mismas Escrituras,  por ello te invito a leer con atención las siguientes profecías y a la vez, promesas de Dios referente a este mismo Israel, y responder a las siguientes preguntas. En vista de Zacarías 12:1-14; Joel 1:15; 2:1-11; 28-32; 3:9-16s; Miq. 4:1-8; Sof. 3:8-20; Ezequiel 36:24-38; 37:1-14; 21-28 ¿están estos hablando  (los profetas) de la iglesia? ¿Cuándo verán cumplimiento todas estas profecías según sus contextos escatológicos? ¿Ha reemplazado Dios a Israel con un “nuevo Israel" realmente?

4.  Cuando lees las notas de la Biblia de Estudio “Herencia Reforma”, aun siendo una buena herramienta de estudio en general, no estás leyendo lo que Pablo está enseñando, simplemente estás leyendo las conclusiones  de una tradición evangélica que niega la realidad de Israel como  pueblo en los planes de Dios revelados en las Escrituras. Siendo esto así, quien mantiene la tesis supersesionista, aunque lea más de una vez, no podrá comprender en su plenitud lo que Pablo capitula en romanos  11:33-36.

Rom. 11:33-36  ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios,  e inescrutables sus caminos! 34  Porque  ¿quién entendió la mente del Señor?  ¿O quién fue su consejero? 35  ¿O quién le dio a él primero,  para que le fuese recompensado? 36  Porque de él,  y por él,  y para él,  son todas las cosas.  A él sea la gloria por los siglos.  Amén.

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