Introducción
La razón de la
eiségesis reformada tocante a Apocalipsis 20:1-3 y de hecho, todo el libro, no
es difícil de leer en los propios autores reformados. Sin embargo, entender por
qué insisten en ello, no es tan fácil. Habitualmente el argumento reiterativo es que los autores del Nuevo Testamento espiritualizaron el AT y Apocalipsis
no es más que un mensaje cíclico[1] de la
historia del mal y finalmente, el triunfo de Cristo al final de este siglo. Riddlebarger
de hecho lo escribió cuando subrayó: “Si
los escritores del Nuevo Testamento espiritualizan las profecías del Antiguo
Testamento aplicándolas en un sentido no literal, entonces el pasaje del
Antiguo Testamento debe ser visto a la luz de esa interpretación del Nuevo
Testamento, no viceversa.” (Riddlebarger en “A Case for Amillennialism”,
2003).
No
obstante, hay que añadir que esta no es solo la única razón de fondo de esta
deficiente manera de interpretar el texto bíblico, principalmente esto se debe a
todo un cuerpo estructural pre-aplicado a la escritura “impuesto” al texto que, principalmente incluyen paradigmas
deductivos inexistente en las escrituras como: la “teología del pacto”, la hermenéutica
Cristocéntrica trayendo como resultado con la ayuda de las metástasis de la
“teología del reemplazo”, una
estrangulación directa a la
hermenéutica histórica gramatical (literal), disciplina científica en el
estudio del texto bíblico que no solo se ignora como debería ser: un elemento exógeno
científico para interpretar el texto, pero que, en el lente interpretativo reformado queda relegado al
paradigma filosófico general antes mencionado: la teología del pacto. La
consecuencia de toda esta estructura superpuesta a las Escrituras entonces, no solo
conlleva interpretaciones forzadas del texto, sino también,
interpretaciones deficientes que quedan al desnudo y son claramente evidentes para cualquier estudiante de
las Escrituras como es el caso de la atadura de Satanás que Juan menciona en su libro. En términos de análisis general, está estructura llega a ser un
canon dentro del canon con el que se estrangula el significado llano del
texto.
Ahora
bien, ¿qué quiere decir Juan en estos
versículos sobre Satanás? Notemos algunos ejemplos objetivos de lo que hemos
señalado antes de demostrar qué es lo que Juan llanamente nos quiere enseñar.
Anthony Hoekema, por ejemplo, inserta ideas como el evangelio aquí, que nada
tienen que ver con el contexto y aun, con el pasaje mismo, escribió: «En Apocalipsis 20:1-3 Juan da una
respuestas tranquilizadora a esta pregunta. Parafraseada, su respuesta dice
algo así: “Durante la era del evangelio que acaba de ser introducida, Satanás
no podrá continuar engañado a las naciones como lo hiciera en el pasado, porque
él ha sido atado. En consecuencia,
durante este periodo ustedes, discípulos de Cristo, podrán predicar el
evangelio y hacer discípulos de todas la naciones” (pág. 258). A reglón
seguido, añade algo en su comentario que no dice Juan, de hecho, es lo opuesto a lo que afirma el apóstol, así, escribe:
“Esto
no quiere decir que Satanás no pueda hacer ningún daño durante el tiempo en
que esté atado. Solo significa lo que Juan está diciendo: que mientras
Satanás esté atado no podrá engañar a las naciones para evitar que aprendan
la verdad de Dios […] La atadura o el encadenamiento de Satanás que se
describe en Apocalipsis 20:1-3 significa, por lo tanto, que durante la era
del evangelio, en la que ahora vivimos, la influencia de Satanás, aunque
ciertamente no aniquilada, está restringida de tal manera que no puede
impedir la difusión del evangelio por las naciones del mundo” (Hoekema,
“La Biblia y el Futuro”, pág. 258-259)
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¿De
qué se trata la atadura de Satanás según la escuela reformada? Lea usted por sí
mismo y compare lo que estos teólogos dicen:
Dice Hendriksen:
“El diablo no está atado en un sentido total… un perro atado firmemente con
una cadena larga y fuerte puede hacer mucho daño dentro del círculo de su
prisión” (pág. Hendriksen 2005, “Mas que vencedores”, pág. 195)
Oscar Cullmann escribió: «Satanás y sus ángeles caídos
están “atados como a una soga, que puede extenderse más o menos”»
(Kistemaker, Apocalipsis, pág. 587)
William Cox, —profesor reformado— también escribió:
“Satanás, aunque atado, todavía anda como león rugiente buscando a quien
devorar. La cadena con la que está unido es larga, lo que permite mucha
libertad de movimiento” (Cox 1966 “Amillennialism Today” pág. 139)
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Dejando
a un lado todas estas interpretaciones evidentemente subjetivas del texto, ¿qué es lo que, llanamente
Juan nos quiere enseñar? ¿Qué es lo que Juan desea el lector entienda por medio
del uso normal de las palabras que usa? ¿Qué es lo que cualquier lector puede entender
por medio de la intención locutiva de Juan? ¿Qué concluyes, si usas una
hermenéutica literal[2]
coherente? Hay que subrayar que Juan no está escribiendo a académicos o a
alegóricos del primer siglo, aun, a judíos que buscaban en la literatura
apocalíptica consuelo ficticio sobre las adversidades, no, Juan está escribiendo
a los creyentes no para ocultar la enseñanza, por el contrario, está
“revelando” la revelación, que es justamente el significado obvio de
dicho propósito: “revelar” un mensaje espiritual que aun, teniendo figuras de
dicción, tiene el propósito ilocutivo de enseñar una verdad espiritual acerca de Satanás. Entonces, notemos en las siguientes líneas tres
avances de comprensión sobre lo que Juan está diciendo.
Apo. 20:1-3 Vi a
un ángel que descendía del cielo, con
la llave del abismo, y una gran cadena
en la mano. 2 Y prendió al dragón, la
serpiente antigua, que es el diablo y
Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las
naciones, hasta que fuesen cumplidos
mil años; y después de esto debe ser
desatado por un poco de tiempo.
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Primer análisis general
1.
¿Qué deja ver el texto aludido en el sentido general por medio de una lectura llana del texto y la
consideración de los “símbolos” que Juan usa? Cinco aspectos se pueden mencionar como primera disquisición hermenéutica, a saber:
Personajes
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Locaciones
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Adjetivos
|
Elementos
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Verbos (infinitivos)
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Un personaje maligno
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Cielo
|
Dragón
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Llave (del abismo)
|
Ver
|
Un personaje “bueno”
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Abismo
|
Serpiente antigua
|
Una gran cadena
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Descender
|
Tierra
|
Diablo
|
Prender
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||
↓
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Atar
|
|||
Satanás
|
Arrojar
|
|||
Encerrar
|
||||
Sellar
|
||||
Engañar
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2. ¿Cuál es la idea general que Juan comunica a sus lectores de manera llana en una lectura preliminar del texto? Dos cosas, primero, el
mensaje: Juan comunica en su visión profética que Satanás a quién llama también el dragón, la serpiente
antigua que fue atado, arrojado, encerrado y asegurado (sello) en un abismo,
para que no engañe más a las naciones. Juan dice que este confinamiento será
por un tiempo, el habla de mil años, para después de ello, ser suelto por un
poco de tiempo. Segundo, Juan usa de elementos materiales (llave, cadena grande) y teológicos (dragón,
serpiente antigua) conocidos para el lector
para comunicar una verdad espiritual: que Satanás será atado encerrado y
asegurado (sello) para que no engañe más a las naciones. Esto es lo que él
desea el lector entienda, la verdad espiritual de que Satanás será confinado radicalmente y con ello, la verdad literal de que él no podrá engañar más a las naciones durante el periodo temporal indicado.
Segundo análisis exegético
Apo. 20:1-3
Καὶ εἶδον ἄγγελον καταβαίνοντα
ἐκ τοῦ οὐρανοῦ, ἔχοντα τὴν κλεῖν τῆς ἀβύσσου, καὶ ἅλυσιν μεγάλην ἐπὶ τὴν χεῖρα
αὐτοῦ. 2 Καὶ ἐκράτησεν
τὸν δράκοντα, τὸν ὄφιν τὸν ἀρχαῖον, ὅς ἐστιν διάβολος καὶ ὁ Σατανᾶς, ὁ πλανῶν
τὴν οἰκουμένην ὅλην, καὶ ἔδησεν αὐτὸν χίλια ἔτη, 3 καὶ ἔβαλεν αὐτὸν εἰς τὴν ἄβυσσον, καὶ ἔκλεισεν
καὶ ἐσφράγισεν ἐπάνω αὐτοῦ, ἵνα μὴ πλανᾷ ἔτι τὰ ἔθνη, ἄχρι τελεσθῇ τὰ χίλια ἔτη·
καὶ μετὰ ταῦτα δεῖ αὐτὸν λυθῆναι μικρὸν χρόνον.
|
1.
Del análisis al
texto griego, podemos señalar brevemente. Variantes textuales 20:2 Nestlé-Aland
27, usa la fórmula de nominativo ὁ ὄφις ὁ ἀρχαῖος (“la serpiente la antigua”). El Texto
Bizantino, por su parte, usa la fórmula en acusativo en la segunda posición atributiva τὸν ὄφιν τὸν ἀρχαῖον (“la serpiente
la antigua” [alef, p46, la mayoría de los minúsculos]). 20:3 Nestlé-Aland
27 usa πλανήσῃ (engañar) aor.sub.act; mientras el Biz,
prefiere el πλανᾷ pre.sub.act.
singular de πλανάω; en ambos casos, esto no representa un problema para el análisis del pasaje.
2.
Otra
característica interesante en el texto griego, es el uso del polisíndeton,
aparte de 20:3 y en 3c, que son mayormente de uso normal, las seis veces
(2-3b) que se usan en las siguientes líneas, sugieren el sentido polisindético.
Tercer análisis exegético
Vamos ahora a
la exégesis concreta de esta perícopa. Como demostraremos, el análisis al texto
griego aquí no será diferente a la que cualquier lector puede comprender en el
texto de cualquier versión medianamente fiel al texto (RV60/LBLA) por supuesto, dejando a un lado cualquier idea exógena a él, incluyendo
en ello, preconceptos estructurales teológicos que lo único que hacen es simplemente torcer el sentido llano del texto, como lo hemos observado en los ejemplos
anteriores. A continuación, el diagrama de flujo del texto a analizar.
¿Qué nos enseña la exégesis mediante el diagrama aludido? ¿Cómo se conjugan los elementos gramaticales en la sintaxis? Notemos siete enseñanzas que claramente se desprenden de lo que Juan nos enseña aquí.
1.
Vs. 1, esto es lo primero: “y vi”;
esta expresión en el texto griego se indica con Καὶ εἶδον “y vi…”
(aor.act) se usa 32 veces en el libro, y al igual que “después de esto miré”,
subrayan progresión cronológica, se trata entonces, de una visión profética de comienzo (Apo.
1:10-20; 4), hasta el final (Apo. 22), nada en el texto sugiere un cuadro cíclico, y Καὶ εἶδον aquí subraya este enfoque juanino; se trata de profecía
revelada de manera secuencial (cf. Apo. 1:3; 11:6; 19:10; 22:7, 10, 18, 19). Nótese como este giro de carácter progresivo secuencial se observa
en todo el libro:
Apo.
5:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
5:2
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
5:6
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
5:11
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
6:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
6:12
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
7:2
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
8:2
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
8:13
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
9:1
|
… Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
10:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
13:1
|
… Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
13:11
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
14:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
14:6
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
14:14
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
15:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
15:2
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
16:13
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
17:3
|
… Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
17:6
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
19:11
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
19:17
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
19:19
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
20:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
20:4
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
20:11
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
20:12
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Apo.
21:1
|
Καὶ εἶδον “y vi…”
|
Como señala el profesor Waymeyer:
«El
contexto y le flujo de Apocalipsis 12-20 apuntan a una relación cronológica
en la que los acontecimientos del capítulo 20 siguen a los del capítulo 19.
En Apocalipsis12:9, Satanás es arrojado en la tierra donde comienza su
trabajo de engañar a todo el mundo. Para llevar a cabio este engaño, Satanás
alista la bestia del mar (13:1-10) y la bestia de la tierra (13:11-18), que
mas tarde se identifica como el “falso profeta” (16:13; 19:20; 20:10). Los tres miembros de esta “trinidad
profana”- Satanás, la bestia y el falso profeta, tienen éxito en sus intentos
de engañar pero son derrotados pro Cristo, que vuelve a la tierra, los vence,
y les hace echar en el lago de fuego en una serie de visiones en
19:11-20:10.- A la conclusión del capítulo 19, sin embargo, solo dos tercios
de la “trinidad profana”, la bestia y el falso profeta, han sido derrotados y
lanzados al lago de fuego» (Waymeyer, pág. 51).
|
2.
Vs. 1b, lo segundo que dice Juan del ángel, es que este, “…descendía del cielo teniendo…”; la imagen es vívida, nótese, el uso de kai
[polisíndeton] en el diagrama; Juan ve el evento como un acontecimiento real,
una imagen a la vez viva, de allí, el uso doble del presente participio “…καταβαίνοντα…” y “…ἔχοντα…”, así: “…que descendía
del cielo” y “teniendo…”
3.
La mención de
la “llave” y la “gran cadena” en la mano, no son adornos inconexos del texto.
Aunque son figuras de dicción, Juan las usa con un propósito definido. Todo es
coherente. Juan quiere comunicar una verdad espiritual y estos elementos son precisos para señalarlo porque los lectores conocen el uso de ellos en la esfera normal, que Juan usa como elementos auxiliares retóricos gramáticos para comunicar una realidad que afectará al ser que ha sido prendido por el ángel.
Como señala Carballosa, los “símbolos” objetivizan en qué consiste el atar de
Satanás[3].
4. Cuarto, Juan menciona
que el ángel tiene la llave del “abismo”
(ἄβυσσος [cf.
Apo. 9:1, 2, 11; 11:7; 17:8; 20:1]), siete veces se menciona esta palabra como
un lugar de prisión sin fondo: Juan nos dice y quiere transmitir a sus lectores que este es un lugar ideal, para un
ser espiritual. En efecto, ¿como una prisión en la esfera de las tres dimensiones podría contener y aprisionar a un ser espiritual? La imagen es clara, Satanás será encerrado en un lugar propicio para su naturaleza. La llave por otro lado, implica que se trata de un lugar hermético y que sólo
se tiene acceso por medio de una
prerrogativa divina. El ángel la tiene y eso Juan quiere comunicar. Hay que recalcar nuevamente que los elementos físicos mencionados por Juan (la llave,
la cadena) no deben interpretarse simbólicamente, están allí, para comunicar
una verdad “literal” real. Son vehículos retóricos del lenguaje: Satanás será
finalmente anulado.
5.
¿Qué hace este
ángel finalmente en la dramática escena que nos revela Juan ocurrirá? Nótese el diagrama, saltan a la vista cinco verbos con los
cuales Juan describe lo que hace el ángel con Satanás. A saber:
Vs. 2.
Prendió a Satanás (aor.act.ind., de κρατέω: usar fuerza, e,d.,
agarrar o retener)
Vs. 2.
Ató a Satanás (ἔδησεν aor.act.ind. de δέω: atar, amarrar, encadenar [inmovilizar])
Vs. 3.
Arrojó a Satanás (al abismo) (ἔβαλεν aor.act.ind., de βάλλω: echar, lanzar, precipitar)
Vs. 3.
Encerró a Satanás… (en el abismo) (ἔκλεισεν aor.act.ind., de κλείω)
Vs.
3 lit.: “Y lo selló [el abismo] sobre
él [Satanás]” (aor.act.ind., σφραγίζω: sellar)
|
Todos estos verbos —los cinco— son aoristos indicativos. ¿Qué quiere decir
esto? Esto es importante subrayar, porque es el clímax verbal con que Juan quiere comunicar le sucederá a Satanás. Ahora, el aoristo es similar al pretérito español. Sin embargo, el énfasis de los
verbos en el texto griego es su aspecto. Dicho en otras palabras, los cinco aoristos aquí no sólo describen una
acción radical y dramática, sino también,
un acto real que Juan subraya con el modo indicativo; es además, una
acción de carácter perfectivo. Esto es, Juan describe el acontecimiento como un
evento completo, cabal en su significado, definitivo en su resultado. La
enseñanza de Juan perspicuamente intencionada es: Satanás y su influencia no quedarán limitadas, sino, eliminadas, porque él será anulado por completo durante mil años. Esto es, de acuerdo a la intención juanina por medio del uso de estos verbos, queda de manifiesto que no hay lugar aquí, para inferir que Satanás podría eventualmente seguir actuando. Semióticamente (cómo dice, lo que dice), Juan es lapidario.
6.
Ahora, hay dos
preposiciones más que complementan todo los verbos anteriores y subrayan el propósito de este
encarcelamiento radical de Satanás. Así, ἵνα μὴ “para que no”, o también, más enfático de hecho, para
que jamás: engañe a las naciones. El
adverbio “más”, subyace en el giro reforzado ἵνα μὴ πλανᾷ ἔτι “para que
jamás engañara más [a las naciones]” el cual no tiene la idea de
limitación (engañar menos), sino, de anulación total (no más).
Finalmente, el uso del adverbio ἄχρι (hasta)
indica “nuevamente” el tiempo de confinamiento
radical de Satanás. Juan termina diciendo que después de que los mil años se
cumplan debe ser suelto por un poco de tiempo. Esto último señala dos cosas
importantes acerca de las limitaciones de Satanás. Primero, Satanás nunca ha sido autónomo “espiritualmente” hablando. Tiene poder,
pero no todo poder. “Debe” ser suelto (pasivo de lúo), lo cual indica que él es una ficha en el programa
de Dios. Es un actor, no el Director.
7.
Finalmente Juan
señala que después de los mil años, Satanás “debe” ser suelto, añade Juan, por μικρὸν χρόνον “un poco de tiempo”, lo cual indica la última rebelión de este ser
diabólico, antes de su "destrucción" final (Apo. 20:10).
Conclusión
¿Enseña Juan
entonces que Satanás será atado, pero a la vez, tendrá aún poder para seguir
operando entre las naciones? ¿Revela Juan aquí, que Satanás
está “limitado” y aun así, podrá seguir operando durante los mil años
mencionados pero de una manera limitada? ¿Satanás en la visión de Juan está solamente atado? ¿Qué quiere comunicar Juan cuando no
sólo habla de Satanás atado, sino también, arrojado y encerrado en un abismo que
es radicalmente sellado? La interpretación reformada como hemos observado, no solo falta a la rigurosidad básica que demanda una interpretación científica del texto, además, es contraria a lo Juan está diciendo llanamente. Por estas
razones Wayne Grudem también escribió:
“Con
respecto a la interpretación de Apocalipsis 20:1-6, tal como la ofrecen los
amilenarios, se presentan varias dificultades. […] El pasaje no dice
simplemente que se encadena a Satanás en este momento, sino habla del
“abismo” y dice que el ángel que bajó del cielo “lo arrojó al abismo, lo
encerró y tapó la salida”, par que no engañara más a las naciones hasta que
se cumplieran los mil años” […] es una imagen de total remoción de su
influencia sobre la tierra. Decir que Satanás está ahora en un abismo cerrado
y sellado simplemente no se ajusta a la actual situación de mundo durante la
era de la iglesia, en la que la actividad de Satanás es muy fuerte, en la que
“ronda como león rugiente, buscando a quien devorar” (1 P 5:78)….” (Grudem, pág. 1179).
|
Una
cosa es que Jesús haya derrocado en la cruz a Satanás para limitar su poder en
esta era presente (Jn. 12:31; Lc. 10:17s; Col. 2:15; Heb. 2:14s; 1 Jn. 3:8),
pero otra, es la anulación radical de su diabólico y malvado ministerio, lo cual Juan vislumbra en un
escenario muy diferente al milenio “amilenarista” que dicho sea de paso, cree estamos
hoy viviendo. Como puede observar el lector atento aquí, la única manera de
llegar a afirmar la tesis reformada acerca de Satanás atado hoy, incluso, es simplemente
ignorando el texto juanino y diciendo algo diferente a lo que Juan enseña, pero
también, como ya hemos señalado, contradiciendo lo que el NT enseña es hoy, el ministerio diabólico
presente de Satanás. ¿Qué sigue haciendo
hoy? Nótese el siguiente resumen y pregúntese de la mano del texto bíblico: ¿está atado realmente Satanás
como dice la teología reformada? Los siguientes versículos responden claramente a esta pregunta con un no.
1.
Entró en Judas y le influyó a traicionar a Cristo (Lc. 22:3; Jn.
13:27)
2.
Trató de zarandear a Pedro como el trigo (Lc. 22:31)
3.
Llenó el corazón de Ananías e influyó en él para que mintiese al
Espíritu Santo (Hec. 5:3)
4.
Envió a un mensajero para abofetear al Apóstol Pablo (2 Cor.
12:7)
5.
Frustró a Pablo en su viaje a Tesalónica (1 Tes. 2:18)
6.
Arrebata la Palabra de Dios de oyentes incrédulos del evangelio
(Mt. 13:19; Lc. 8:12)
7.
Dice mentiras e influye en ello (Jn. 8:44)
8.
Tiene a los incrédulos bajo su dominio (Hec. 26:18)
9.
Tienta a los creyentes (1 Cor. 7:5)
10.
Trata de tomar ventaja de los creyentes (2 Cor. 2:11)
11.
Él es llamado el
"dios de este mundo" (2 Cor. 4:4)
12.
Ciega las mentes de los
incrédulos (2 Cor. 4:4)
13.
Trata de engañar a los creyentes como lo hizo con Eva (2 Cor.
11:3)
14.
Se disfraza de ángel de luz (2 Cor. 11:14)
15.
Trabaja en los incrédulos influyendo en ellos para vivir como lo
hacen (Efe. 2:2)
16.
Trata de engañar a los creyentes en la batalla en contra de ellos
(Efe. 6:11-12)
17.
Engaña y atrapa a los incrédulos (2 Tim. 2:26)
18.
Mantiene a los incrédulos cautivos para hacer su voluntad (2 Tim.
2:26)
19.
Anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar (1
Ped. 5:8)
20.
Es el padre de los que
practican el pecado (1 Jn. 3:8-10)
21.
Mantiene a los incrédulos bajo su poder (1 Jn. 5:19)
22.
Es llamado el que engaña, no el que engañó al mundo entero (Apo.
12:9)
23.
Engañará en un futuro
escatológico a los que “morarán sobre la tierra” (Apo. 13:14; 18:23;
19:20)
(Waymeyer,
“Apocalipsis 20 y el debate de Milenio” pág. 15)
|
Bibliografía
Carballosa, Evis,
2007. Apocalipsis, la consumación del plan eterno de Dios.
Cox 1966 “Amillennialism Today” pág. 139
Hendriksen,
William 2005. Mas que vencedores.
Kistemaker, Simon 2007. Apocalipsis.
Grudem, Wayne 2007. Teología Sistemática.
Hoekema, A. Anthony 2008. La Biblia y el Futuro.
Riddlebarger
en “A Case for Amillennialism”, 2003.
Waymeyer,
Matthew, Apocalipsis 20 y el debate del milenio.
[1] Añade
Carballosa: “Es importante observar que el esquema de la escuela tópica va
mas allá de los límites que rodean los juicios de los sellos, las trompetas y
las copas. En el Apocalipsis hay un orden estricto. Los sellos son rotos o
abiertos uno por uno. Las trompetas suenan en su orden y las copas son
derramadas de la misma manera. Hendriksen hace de las primeras cuatro
trompetas, cuatro tipos de juicios a través de desastres naturales: Los que
afectan a la tierra (primera trompeta), los que afectan a los ríos (tercera
trompeta) y los que afectan al firmamento (cuarta trompeta). Pero Hendriksen no
puede afirmar que dichos juicios hayan ocurrido en la presente dispensación de
maneras sucesivas tal como lo describe el relato bíblico. No es difícil
observar las distintas manipulaciones y alegorizaciones que Hendriksen hace
para llegar a sus conclusiones. Ciertamente, esa hermenéutica no hace justicia
ni al texto ni al menaje del Apocalipsis”
(Carballosa, Apocalipsis, pág. 29)
[2] ¿Qué
es la interpretación histórico gramático literal? ¿Se trata de una
interpretación absurda? Dejando a un lado las caricaturas que se hacen de ello,
Pentecost sigue siendo pertinente, la interpretación histórica gratico literal,
por supuesto, no pasa por alto el lenguaje figurado, bien señala Pentecost: “El
método literal y el lenguaje figurado. Todos reconocen que la Biblia abunda en
lenguaje figurado. Sobre esta base se argumenta frecuentemente que el uso del
lenguaje figurado demanda una interpretación figurada. Sin embargo, las figuras
se usan como medios para revelar verdades literales. Lo que es literalmente
cierto en una esfera, con la estamos familiarizados, es llevado, literalmente,
a otra esfera, con la cual puede que no estamos familiarizados, para que pueda
enseñarnos verdades en esa esfera poco familiar” (Eventos del porvenir,
pág. 9)
Es buena tu exegesis sobre el milenio pero lamentablemente Jesús no habló de un reino mineral si no eterno Pedro Juan ningún apostol habló ellos miraban el reino ya aquí y no futuro por lo demás el dispensionalismo no es biblico aunque creo que tu no crees en el dispensionalusmo
ResponderEliminarClaro, Cristo jamás habló de un REINO MINERAL, eso se enseña en química no en la Biblia...
Eliminar¿Jesús no habló de un reino milenial? A ver, solo un par de cosas. Primero, Juan dice en Apo. 5:10 hablando a los creyentes que, "y reinaremos" sobre la tierra. En Apo. 20 se vuelve a repetir que los creyentes "vivieron y reinaron mil años"; A ver, de que van a reinar, es un hecho evidente en el texto. Y, por supuesto, reinar, no significa que van a jugar a la gran metrópolis. Pero aun más, ¿de dónde sacó todas estas ideas Juan? Tu dices que Jesús no habló de un reino, mi pregunto, ¿quien fue la inspiración de Juan según 1:1? ¿Quién le reveló todo lo que dice de un reino milenial?
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