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domingo, 24 de julio de 2016

El caballo de Troya del «neo-evangelio “integral”»

 Por J.A. Torres Q.


“Evangelio integral”, “evangelio social”, “compromiso social”, “conciencia social”. “justicia social”, “evangelio cultural, y transcultural”, “mandato cultural”, incluso, “responsabilidad por el planeta y la ecología” (CLADE IV [Congreso Latinoamericano de evangelización]). ¿De dónde surge todo este énfasis “social” que quiere posicionarse en el evangelicalismo latinoamericano? Uno podría pensar que estos énfasis son inocuos, sin embargo, sus proponentes no ocultan sus intenciones de fondo, hacer consciente a la iglesia evangélica (que duerme, supuestamente) del “evangelio integral” (Padilla), y aun más, —audazmente— “reformular los aspectos típicos del pensamiento evangélico en Latinoamérica”, esto, para: “…la trasformación del mundo a partir del “evangelio integral” de Jesucristo” (Padilla).

¿Cómo se puede concientizar a la iglesia Latinoamérica de la necesidad de adoptar este “evangelio integral”, y de hecho, como se está llevando a cabo? Como siempre se ha hecho, con un mensaje para las masas siempre emocionales a través de plenarias con éste énfasis (por ej. D. Miller “Transformando culturas”) y con otro mensaje para los pensantes que justamente tienen inclinaciones filantrópicas-socialistas de la fe. Ahora, todos estos teólogos, (y otros más) no sólo nos presentan estos términos con clara intención persuasiva, con ello vienen a proponer sin mayores formalismos, imperativos “nuevos” para la iglesia como verdades abandonadas por ella. No se trata —por supuesto— de haber dejado de salir en la noche a darles una taza de café a los indigentes, las acusaciones, son más profundas por el supuesto abandono del compromiso político-social al que “supuestamente” nos debemos para cambiar el mundo.

 En cierto sentido, pareciera que esto es algo novedoso, sin embargo, y como escribiera Salomón, no hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiastés  1:9). Todo pensamiento ideológico ha sido cíclico, desaparece y reaparece en algún momento particular de la historia, por cierto, con nuevos envoltorios más atractivos para la generación de turno, y por supuesto, con aura mesiánica teológica como pretenden todos estos teólogos que, en diferentes grados de relación y compromiso, han derivado simplemente de dos fuentes espóricas puntuales, primero,  a través la “Teología de la Liberación”, desarrollada también en el catolicismo (Vaticano II) y quizás antes, con raíces concretas en la “Teología Liberal” alemana (Barth, Moltmann, Ritschl, Harnack) impulsadas por una hermenéutica amilenial socializada, aun, marxista como es el caso no sólo del teólogo alemán  Karl Barth (1886-1968), sino también  a través del teólogo argentino José Míguez Bonino (1924-2012), uno de los punta de lanza de fondo de todo este resurgimiento en la versión latinoamericana “evangélica”.

Todas esta ideas que fueron promovidas masivamente en versiones mucho más digeribles para la  masa evangelical, desde incluso, el congreso de evangelización realizado por Billy Graham en Lausana 1974, en cuya instancia  John Stott propuso la urgencia del evangelio y sus implicancias sociales, énfasis desarrollado de manera concreta en Lausana II (Manila 1989) y III (El Cabo 2010). Pero, ¿acaso todo esto no es también una conclusión derivada de una interpretación escatológica puntual? Por supuesto, esta es una de las patas de la mesa de toda esta propuesta avasallante, y, aunque algunos de estos autores no lo mencionan porque creen su interpretación escatológica de estos énfasis es una conclusión obvia del ser “sal” y “luz” de la tierra, dan por sentado, que estamos viviendo aquí y ahora, el reino de Dios (amilenarismo). No es casual observar títulos como:

“La iglesia como agente de transformación” (Padilla & Yamamori)
 “Discipulando a las naciones” (Darrow  Miller).
 “Reformulación de la justicia social” (Darrow  Miller).
 “Las buenas nuevas de la creación” (Juan Stam)

Y de hecho, el propio Juan Stam escribe: “Dime cómo es tu escatología y te diré cómo comprendes la misión de la iglesia” (Stam 2003:72 “Las buenas nuevas de la creación”), por supuesto, Stam supone su mirada escatológica amilenial (también socializada) es la escritural, —según el mismo[1]— inculcada también por teólogos concretamente liberales, como Søren Kierkegaard (1813-1855), Karl Barth (1886-1968), Emil Brunner (1889-1966), Paul Tillich (1886-1965) y Rudolf Bultmann (1884-1976), a los que añade, René Padilla y José Míguez-Bonino (1924-2012).

Ahora, una de las cuestiones que amerita un análisis de parte de cualquier epískopo (pastor) de cualquier iglesia bíblica frente a estos “nuevos” y mesiánicos énfasis, o concretamente “complementos” al evangelio, es que éste conglomerado trae consigo también, a lo menos, tres cosas suspicaces. Primero, un abierto ataque al rapto premilenial. Segundo, un ecumenismo sutil y amigable como lo expresa el propio Padilla, quien también es parte del norte estratégico de ediciones Kairós. Y tercero, un claro relajo doctrinal, en pro de la acción social.





Bibliografía

CLADE IV 2002. Sociedad de consumo y mayordomía de la creación, el testimonio evangélico hacia el tercer milenio: Palabra, Espíritu y Misión. Expositores: Fernando Bullón,  Juliana Morillo y Sergio Membreño. Buenos Aires, Argentina: Kairós.
Padilla, René 2009. ¿Qué es misión integral? Buenos Aires, Argentina: Kairos.
Stam, Juan 2003. Las buenas nuevas de la creación. Buenos Aires, Argentina: Kairos.
Zaldívar, Raúl 2006. Teología Sistemática, desde una perspectiva latinoamericana. Viladecavalls, Barcelona: Clie.



[1] http://protestantedigital.com/magacin/14253/Juan_Stam_Leamos_el_Apocalipsis_en_clave_pastoralis_en_clave_pastoral

La importancia de la teología en la alabanza

Por J.A. Torres Q.

Me llama gratamente la atención este artículo llamado: “La música que escucho y recomiendo”[1] escrito por Jacobis Aldana  que puede leer aquí..  



Primero, y tiene sentido que excluya a íconos populares que escuchan la mayoría de los evangélicos,  su elección:

1.   “Sovereing Grace Music” – Español.
2.   “Mauricio Velarde”, “Sergio Villanueva.”
3.   “Jonathan y Sarah Jerez.”
4.   “Alabanzaré”
5.   “Samuel Barceló.”
6.   “Miguel Asenjo.”

¿Qué tienen en común todos estos cantantes? Jacobis Aldana lo alude en el mismo artículo en la siguiente frase:

“Estoy plenamente convencido que en vano trabajamos forjando una teología, si lo que cantamos o la música que escuchamos no va de acuerdo con lo que creemos.”

En un grado consensual los mencionados tienen en común la “creencia”, el enfoque bíblico que quieren plasmar en sus canciones. A. Mohler dijo: “…si usted realmente quiere saber lo que las personas creen de Dios, no pierda tiempo leyendo a los teólogos, escúchelos cantar. Por eso se hace necesario entender lo que sucede en el día de hoy.

Está de moda cantar canciones de Sovereing Grace, ¿es que estamos viviendo una reforma de la música cristiana? Pudiera ser, pero en muchas iglesias que están cantando estas alabanzas, encontramos también en sus listas de coros, a Marcos Brunet, Marcos Barrientos o Jesús Adrián Romero, este último, que dice que Dios: “Todo lo creó para llamar mi atención para conquistarme, y para alegrarme” (Ayer te vi). No se trata de denostar a estas personas y quizás a quienes los siguen que, en muchos casos hacen con “honestidad” lo que creen es adoración, de hecho, no todas las canciones de quienes perecen a esta “familia musical” (CanZion, Vástago, Aliento, Hillsong) son necesariamente anti bíblicas (¿debemos ser selectivos?); el punto es entender —por un lado— la razón de fondo del norte “teológico” mayoritario de la música “cristiana” hoy y sus énfasis claramente emocionales, no es casual escuchar frases como: “…estoy enamorado de ti, estoy desesperado por ti…” (Pablo Medina). “Yo quiero intimar con Jesús, yo quiero sentir tu perfume…” (Brunet). Por esto es bueno preguntarse, ¿por qué el consenso entre estos cantantes acerca de su forma lírica de “adorar”? ¿Qué tienen en común realmente? ¿Por qué el énfasis musical es de manera constante el “sentir la presencia…”? Repito, Jacobis Aldana ha dado en el clavo, se trata de la “creencia”. No es casual que todos estos cantantes “evangélicos” provienen  de iglesias pentecostales que abrazan un credo justamente pentecostal, en algunos casos, carismático. Y recalco, no estoy haciendo una crítica al hermano pentecostal, sino a la razón de fondo del por qué estos matices, entender por qué escuchamos este tipo de frases y la repetición de ellas una y otra vez en una misma canción, la respuesta, la teología original pentecostal, el “pentecostalismo”. En otras palabras, Azuza aún está entre nosotros. ¿Qué sucedió en Azusa 312, EE.UU el año 1900? Allí nació el pentecostalismo. ¿Cómo eran las reuniones? Las reuniones comenzaban a las 10:00 am., y continuaban durante por lo menos doce horas, Seymour —el fundador— no predicaba la Escritura, simplemente solía leer dos o tres palabras de la Biblia y luego gritaba “¡Hablen en lenguas! Alrededor del salón de aquella casa los hombres saltaban y gritaban. Las mujeres “danzaban”, cantaban y caían al suelo. De esta manera cada cierto tiempo las personas caían extasiadas por “el poder de Dios”. Fue allí que nacieron doctrinas como “el bautismo del Espíritu Santo pentecostal”, “la doble unción”, y los énfasis en “sentir” la “presencia” de Dios, en especial también, el uso de las lenguas como evidencia de la “presencia” del Espíritu Santo.

La historia en este sentido es aun más desastrosa, pero basta este sucinto resumen para entender por qué el pentecostalismo musical no es nada más que el eco del pentecostalismo histórico. No es casual que Marcos Brunet —de confesión Asamblea de Dios—  hable[2]  de Azuza de acuerdo a su propia “creencia”, y enfoque histórico pentecostal, así, no nos habla del “desorden” evidente que fue el movimiento original, sino del “avivamiento” pentecostal. Lamentablemente estos énfasis emocionales han permeado ha muchas iglesias. Pero no es menos cierto que Dios ha levantado a una nueva camada de “músicos” que se están levantando para recordarnos cómo debería ser la adoración bíblica cantada que incluso se está abrazando entre muchos hermanos pentecostales que han vuelto a las Escrituras. El desafío, ¿debemos ser selectivos? A mi manera de ver, no, porque es otra manera de caer en el pragmatismo ético que olvida que el mensaje (cantado) no puede separarse del mensajero (el que canta).



[1] http://www.elevangelioynadamas.com/la-musica-escucho-recomiendo/

lunes, 11 de julio de 2016

La Declaración De Cambridge de 1996

Fuente: “The Alliance of Confessing Evangelicals", aquí, PDF
Traducción del inglés al español por Hiram Almirudis, D.Min.


Las iglesias evangélicas de hoy están siendo progresivamente dominadas por el espíritu de la época en lugar del Espíritu de Cristo. Como evangélicos, nos llamamos a nosotros mismos a arrepentirnos de este pecado y a recuperar la fe cristiana histórica.

A través de la historia las palabras cambian. En nuestro día esto le ha pasado a la palabra "evangélico." En el pasado esta palabra servía como eslabón de unidad entre los cristianos de muchas tradiciones eclesiásticas diversas. El evangelicalismo histórico era declarante o confesional. Este evangelicalismo abrazó las verdades esenciales de la cristiandad tal como fueron definidos por los grandes concilios ecuménicos de la iglesia cristiana. Además, los evangélicos también compartieron una herencia común en las "solas" de la Reformación Protestante del siglo dieciséis.


Hoy en día la luz de la Reformación ha sido significativamente opacada. La consecuencia es que la palabra "evangélico" se he convertido tan inclusiva que ha perdido su significado. Enfrentamos el peligro de perder la unidad que nos ha tomado siglos para obtener. Debido a esta crisis y por nuestro amor a Cristo, a su evangelio y a su iglesia, nos esforzamos en declarar nuevamente nuestra lealtad a las verdades centrales de la Reformación y al evangelicalismo histórico. Afirmamos estas verdades no por el papel que desempeñan en nuestras tradiciones, sino porque creemos que son verdades centrales en la Biblia.

SOLA SCRIPTURA: LA EROSION DE LA AUTORIDAD

La Escritura solamente es la regla inerrante de la vida de la iglesia, pero la iglesia evangélica de hoy le ha quitado a la Escritura su función de autoridad. En practica la iglesia se guía con mucha frecuencia por la cultura. Las técnicas terapéuticas, las estrategias de mercadeos y el ritmo del mundo del entretenimiento y de los medios de comunicación tienen mucha más influencia sobre las necesidades, el funcionamiento y los objetivos de la iglesia que la Palabra de Dios. Los pastores han descuidado sus derechos y obligación de decidir y supervisar los servicios de adoración, que incluye el contenido doctrinal de la música. En la medida en que la autoridad bíblica ha sido abandonada en la práctica, las verdades bíblicas desvanecen de la realidad cristiana y las doctrinas bíblicas han perdido importancia, la iglesia poco a poco se ha despojado de su integridad, autoridad moral y dirección.

En lugar de de adaptar fe cristiana para satisfacer las necesidades que sienten los consumidores, debemos proclamar la ley como única medida de verdadera virtud y el evangelio como el único mensaje de verdad salvífica. La verdad bíblica es indispensable para el entendimiento, alimento y disciplina de la iglesia.

La Escritura debe transferirnos de nuestras necesidades percibidas a nuestras necesidades reales, y debe liberarnos de nuestra miopía de vernos a nosotros mismos a través de las imágenes seductivas, clichés, promesas, y prioridades de la cultura de las masas. La única manera que podemos comprendernos correctamente a nosotros mismos y ver las provisiones de Dios para suplir nuestras necesidades es a la luz de la verdad de Dios. La Biblia, por consiguiente, debe ser enseñada y predicada en la iglesia. Los sermones deben ser exposiciones de la Biblia y sus enseñanzas, y no expresiones de las ideas y opiniones de la época y culturas. No debemos ir más allá de la verdad que Dios nos ha dado.

El trabajo del Espíritu Santo en la experiencia personal no pueden estar desconectadas de La Escritura. El Espíritu de Dios no habla en forma contraria o independiente de La Escritura. Sin La Escritura nunca hubiésemos sabido de la gracia de Dios en Cristo. La Palabra bíblica, no las experiencias espirituales, es la base de la verdad.

TESIS PRIMERA: SOLA SCRIPTURA
Afirmamos que la Escritura inerrante es la única fuente de revelación divina escrita, la cual es lo único que puede regir la conciencia. La Biblia sola enseña todo lo que es necesario para nuestra salvación de pecado y es la medida con la cual todo el compartimento del cristiano debe medirse
Negamos que cualquier credo, concilio o individuo pueda regir la conciencia del cristiano, que el Espíritu Santo habla independientemente o lo contrario de lo que esta escrito en la Biblia, o que experiencias espirituales personales puedan ser en alguna forma u ocasión, medio de revelación.

SOLUS CHRISTUS: LA EROSION DE LA FE CENTRALIZADA EN CRISTO

En la manera en que la fe evangélica ha sido secularizada, sus intereses han sido mezclado con los intereses de la cultura. El resultado es la pérdida de los valores absolutos, individualismo permisivo, y la sustitución de bienestar por santidad, recuperación por arrepentimiento, institución por verdad, sentimientos por creencia, destino por providencia, y gratificación inmediata por esperanza perdurable. Cristo y su cruz ha sido desplazado del centro de nuestra visión.

TESIS SEGUNDA: SOLUS CHRISTUS
Reafirmamos que nuestra salvación es obtenida por el trabajo mediador de solamente el Cristo histórico. Su vida sin pecado y su pago imputacional (sustitucional) solamente son suficientes para nuestra justificación y reconciliación con el Padre.
Negamos que el evangelio es predicado si el trabajo sustitucionario de Cristo es no declarado y la fe en Cristo no es solicitada.


SOLA GRATIA: LA EROSION DEL EVANGELIO

La confianza sin garantía en la habilidad humana es un producto de la caída de la naturaleza humana. Esta confianza falsa ha invadido el mundo evangélico. Aparecen ideas como el evangelio de auto-estima y auto suficiencia, el evangelio de salud y prosperidad, el evangelio que se ha convertido en un producto para vender y pecadores que se han convertido en consumidores que quieren comprar el producto, la fe cristiana considerada como verdadera no porque sea verdad absoluta sino porque es un método que funciona. Estas actitudes silencian la doctrina de justificación, no importa el compromiso o la doctrina oficial de nuestras iglesias.

La gracia de Dios en Cristo no es solamente necesaria sino que es la única causa suficiente de salvación. Confesamos que todo ser humano nace espiritualmente muerto y por consiguiente es incapaz de aún cooperar con gracia regenerante.

TESIS TERCERA: SOLA GRATIA
Reafirmamos que en salvación somos rescatados de la ira de Dios solamente por su gracia. El trabajo sobrenatural del Espíritu Santo es el que nos trae a Cristo a través de liberarnos de nuestra esclavitud del pecado y resucitarnos de la muerte espiritual a la vida espiritual.

Negamos
 que la salvación es de alguna manera el resultado de trabajo humano. Métodos humanos, técnicas o estratégicas de por si mismas no pueden producir esta transformación. Fe no es producida por nuestra naturaleza humana no regenerada.

SOLA FIDE: LA EROSION DEL ARTÍCULO MÁS IMPORTANTE

La justificación es a través de la gracia solamente, por fe solamente debido a Cristo solamente. Este es el artículo por el cual la iglesia se mantiene en pie o cae. Hoy en día este artículo es ignorado, distorsionado o a veces aún negado por líderes, profesores teológicos, académicos y pastores que se creen ser evangélicos. Aparte de que la caída naturaleza humana siempre se ha negado a reconocer la imputación de la santidad de Cristo, las ideas modernas avivan las llamas del descontento con el Evangelio bíblico. Nosotros hemos permitido que este descontento dirija la calidad de nuestro ministerio y lo que estamos predicando.

Muchos miembros del movimiento de crecimiento de iglesias creen que la comprensión sociológica de los miembros de la congregación es tan importante para el éxito del evangelio como las verdades bíblicas que se proclaman. Como resultado de ésto, convicciones teológicas son frecuentemente separadas del trabajo del ministerio. La orientación y técnicas de mercadería en la iglesia nos alejan mucho más, borrando la distinción entre la Palabra bíblica y el mundo, robando la cruz de Cristo de su ofensa, y reduciendo la fe cristiana a los principios y métodos que traen éxito a las corporaciones seculares del mundo.

Mientras la teología de la cruz puede ser creída, estos movimientos en la realidad la despojan de su significado. No hay evangelio excepto el de la sustitución de Cristo por nuestro lugar de tal manera que Dios le imputó a Cristo nuestro pecado e imputó en nosotros la santidad de Cristo. Debido a que Cristo recibió el juicio que nosotros mereciamos, por ésto nosotros ahora caminamos en su gracia, como aquellos que han sido perdonados para siempre, aceptados y adoptados como hijos de Dios. No hay ninguna base para ser aceptados frente al Santísimo Dios, excepto el trabajo salvífico de Cristo. Nuestra aceptación por Dios no depende de nuestro patriotismo, devoción eclesiástica o decencia moral. Solamente depende del trabajo de Cristo. El evangelio declara lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. El evangelio no declara lo que nosotros podamos hacer para encontrar a Cristo.

TESIS CUARTA: SOLA FIDE
Reafirmamos que la justificación es por gracia solamente, a través de fe solamente por Cristo solamente. En la justificación la santidad de Cristo es imputada a nosotros como la única posible satisfacción a la justicia perfecta de Dios.
Negamos que la justificación depende de cualquier mérito encontrado en nosotros, o depende de cualquier infusión de la santidad de Cristo en nosotros, o que una institución se llame iglesia, cuando esta niega o condena sola fide, sea reconocida como una iglesia legítima.

SOLI DEO GLORIA: LA EROSION DE LA ADORACION CENTRADA SOLAMENTE EN DIOS

Cuando en la iglesia la autoridad bíblica se ha perdido, Cristo se ha desplazado, el evangelio se ha distorsionado, o la fe se ha pervertido, siempre ha sido por una razón: nuestros intereses han desplazado los intereses de Dios y entonces hacemos su trabajo según nuestros intereses y como nos plazca. La pérdida de la centralidad de Dios en la vida de la iglesia de hoy es un hecho común y lamentable. Esta pérdida es la que nos permite transformar adoración en entretenimiento, la predicación del evangelio en mercadeo, fe y creencia en técnicas, ser bueno en sentirse bueno y sentir bueno, y fidelidad en éxito o sentimientos de haber obtenido santidad. Como resultado de ésto, Dios, Cristo y la Biblia comienzan a tener poco significado para nosotros y no tienen tanta influencia sobre nuestras vidas.

Dios no existe para satisfacer ambiciones humanas, deseos y apetitos de consumidores o nuestro intereses espirituales privados. Debemos enfocarnos en Dios en nuestra adoración, en lugar de buscar en la adoración la satisfacción de nuestras necesidades personales. Dios es soberano en adoración; nosotros no lo somos. Nuestra preocupación absoluta debe ser por el reino y la gloria de Dios, no por nuestros imperios, popularidad o éxito.

TESIS QUINTA: SOLI DEO GLORIA
Reafirmamos que debido a que la salvación viene de Dios y ha sido obtenida por Dios, ésta es para la gloria de Dios y que debemos glorificarlo a El siempre. Debemos vivir nuestra vida completa en la presencia de Dios, bajo la autoridad de Dios y solamente para su gloria.

Negamos
 que nosotros podemos propiamente glorificar a Dios si nuestra adoración es confundida con entretenimiento, si descuidamos la LEY o el EVANGELIO en la predicación, o si auto-superación, auto-estima o satisfacción propia se han convertido en alternativas para el evangelio.

UNA LLAMADA AL ARREPENTIMIENTO Y A LA REFORMACIÓN

 La fidelidad de la iglesia evangélica en épocas pasadas tiene un contraste prominente con la infidelidad de la iglesia del presente. A comienzos del siglo veinte, las iglesias evangélicas mantenían una función altamente misionera, y crearon numerosas instituciones religiosas para servir en la causa de la verdad bíblica y el reino de Dios. Esa era la época en la cual el comportamiento y las expectativas de los cristianos eran muy diferentes del comportamiento y expectativas de la cultura. Hoy en día no se ve la diferencia. El mundo evangélico de hoy está perdiendo su fidelidad bíblica, brújula moral y el celo misionero.

Nos arrepentimos de nuestra contaminación con el mundo. Hemos sido influenciados por los "evangelios" de la cultura secular, que no son evangelios. Hemos debilitado la iglesia por nuestra propia falta de arrepentimiento serio, nuestra ceguera a nuestro propio pecado que vemos tan claramente en otros, y nuestra inexcusable falta de celo para hablarles a otros de Dios y del trabajo salvífico de Cristo.

Con gran sentido de emergencia, llamamos a evangélicos erróneos que se han desviado de la Palabra de Dios con respecto a esta Declaración para que vuelvan al evangelicalismo histórico. Los que se han desviado incluyen aquellos que declaran que hay esperanza de vida eterna sin tener fe explicita en Jesucristo, los que aseguran que los que rehusan a Cristo serán exterminados en lugar de tener que enfrentarse al justo juicio de Dios a través de eterno sufrimiento, o los que aseguran que evangélicos y Católicos Romanos son uno en Cristo a pesar de que los Católicos Romanos no creen en la doctrina bíblica de justificación.

La Alianza de Evangélicos Declarantes les pide a todos los cristianos que hagan un gran esfuerzo para implementar esta Declaración en la adoración, ministerio, pólizas, vida y evangelismo de la iglesia.
Por la gloria de Cristo. Amén.

Miembros firmantes (Alliance of Confessing Evangelicals Executive Council- 1996)

Dr. John Armstrong
The Rev. Alistair Begg
Dr. James M. Boice
Dr. W. Robert Godfrey
Dr. John D. Hannah
Dr. Michael S. Horton
Mrs. Rosemary Jensen
Dr. R. Albert Mohler, Jr.
Dr. Robert M. Norris
Dr. R.C. Sproul
Dr. Gene Edward Veith
Dr. David Wells
Dr. Luder Whitlock
Dr. J.A.O. Preus, III

Alliance of Confessing Evangelicals
1716 Spruce Street,
Philadelphia, PA 19103 USA
http://www.alliancenet.org/ 


Falsedades que los neo-ortodoxos y los evangélicos liberales quieren que creamos con respecto a la Biblia (La Declaración de Chicago 1978)

Por Jay Grimstead. 
Aquí el PDF


La Neo-Ortodoxia es un sistema de pensamiento opuesto a la visión bíblica de la realidad. Estos dos sistemas se hallan compitiendo por las mentes de los evangélicos que viven en los 1990’s.

En 1978 un grupo de teólogos se reunió en Chicago, bajo la bandera del Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bíblica (ICBI, por sus siglas en Inglés) para redactar un documento que hiciese historia en la Iglesia y que pudiera presentarse en oposición al extravío neo-ortodoxo entre los evangélicos. Al momento de esa reunión la agenda teológica estaba siendo establecida por los teólogos neo-ortodoxos. Igual que todos los documentos históricos del Cristianismo la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica se creó a partir de un esfuerzo por parte de los líderes del Cristianismo de reunirse por consentimiento común y forjar una posición bíblica que se levantase en oposición a una herejía actual.

La declaración de ICBI fue formulada en forma de un conjunto de Afirmaciones y Negaciones. Como Francis Schaeffer nos recuerda, en el mundo filosóficamente confundido de hoy, donde las palabras son distorsionadas, devaluadas y deliberadamente redefinidas, no podemos dar por sentado que hemos sido entendidos a menos que digamos con claridad qué es lo que no queremos dar a entender lo mismo que decir lo que sí queremos dar a entender. Entre los 19 Artículos de la Declaración de Chicago, los Artículos III al XIX se hallan en directa oposición a las doctrinas neo-ortodoxas específicas que actualmente están siendo enseñadas en clases y en escritos de muchos profesores en así llamados seminarios “evangélicos” en los Estados Unidos.

A continuación se halla una lista de herejías neo-ortodoxas y representaciones falsas que los evangélicos liberales quieren que creamos con respecto a la Biblia. A la derecha de cada herejía se encuentra un Artículo de la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica que se halla en oposición a la herejía. Esta tabla puede ser útil como una “lista de control” por parte de comités que buscan emplear personal para sus equipos en iglesias y organizaciones para determinar si los candidatos han sido influenciados por las tendencias liberales. La mayoría de estudiantes y pastores neo-ortodoxos y evangélicos liberales no saben que han sido influenciados de la manera en que lo han sido y es probable que afirmen lo contrario. Esta lista será una prueba útil de sus afirmaciones.

Herejía Neo-Ortodoxa
Posición Bíblica (Declaración de Chicago)
1. La Biblia es solamente un testigo de la revelación, o llega a ser revelación en un encuentro. La Biblia en sí no es revelación absoluta y divina. Las marcas negras en una página en blanco no pueden jamás ser revelación en y por sí mismas.
Artículo III

AFIRMAMOS que la Palabra escrita, en su totalidad, es la revelación dada por Dios. NEGAMOS que la Biblia sea únicamente un testigo de la revelación, o que llegue a ser revelación solamente en un encuentro, o que dependa de su validez.
2. El lenguaje humano es inadecuado como vehículo para comunicar la verdad divina absoluta.
Artículo IV
AFIRMAMOS que Dios, quien hizo a la humanidad a Su imagen, ha usado el lenguaje como un medio de revelación.
NEGAMOS que el lenguaje humano se halle tan limitado por nuestra condición de creaturas creadas que se hace inadecuado como un vehículo para la revelación divina.
3. La revelación posterior algunas veces contradice la revelación anterior. A menudo el amor se opone a la justicia bíblica.
Artículo V

AFIRMAMOS que la revelación de Dios en las Sagradas Escrituras fue progresiva.
NEGAMOS que la revelación posterior, que puede cumplir la revelación anterior, jamás la corrige o la contradice. NEGAMOS además que cualquier revelación normativa haya sido dada a partir del momento en que se completó el canon del Nuevo Testamento.
4. La Biblia es, en un cierto sentido, la Palabra de Dios (en singular) pero las palabras de la Biblia no son las Palabras de Dios (en plural.) Aunque la Biblia es inspirada en algún sentido, las palabras y oraciones exactas no son inspiradas a la manera en que Hodge y Warfield declararon el caso.
Artículo VI

AFIRMAMOS que la totalidad de la Escritura y todas sus partes, aún las mismas palabras originales, fueron dadas por inspiración divina. NEGAMOS que la inspiración de la Escritura pueda afirmarse con justa razón con respecto al todo pero no respecto a las partes, o de algunas partes pero no de la totalidad.
5. La Biblia, como libro, no es cualitativamente diferente a ningún otro libro. Los escritores bíblicos fueron excepcionalmente sensibles al movimiento de Dios en sus vidas y en la historia alrededor de ellos y registraron, de la mejor manera que pudieron, lo que observaron, sin ninguna intervención milagrosa en la que Dios estuviese escogiendo las palabras.
Artículo VII

AFIRMAMOS que la inspiración fue la obra por la cual Dios, por Su Espíritu y a través de escritores humanos, nos dio Su Palabra. El origen de la Escritura es divino. La mecánica de la inspiración divina sigue siendo para nosotros, en gran parte, un misterio.

NEGAMOS que la inspiración pueda ser explicada meramente en términos de la perspicacia humana, o a elevados estados de conciencia de cualquier tipo.
6. La doctrina de la inerrancia, tal y como Warfield la establece, requiere que Dios hubiese dictado las oraciones y que pasara por alto las personalidades de los autores humanos.
Artículo VIII

AFIRMAMOS que Dios en Su Obra de inspiración utilizó las personalidades y los estilos literarios distintivos de los escritores a quienes había escogido y preparado. NEGAMOS que Dios, al hacer que estos escritores usaran incluso las palabras que Él había escogido, hubiese anulado sus personalidades.
7. Puesto que “errar es de humanos,” todos los escritos humanos, incluyendo la Biblia, están contaminados con errores, ideas equivocadas, exageraciones o eufemismos.
Artículo IX

AFIRMAMOS que la inspiración, aunque no confiriera omnisciencia, garantizó la expresión fiel y fidedigna de todos los asuntos sobre los cuales los autores Bíblicos fueron movidos a hablar y escribir.
NEGAMOS que el carácter finito o la condición caída de estos escritores, por necesidad u otra razón, introdujeran distorsiones o falsedades en la Palabra de Dios.
8. Puesto que los manuscritos originales ya no existen, es una pérdida de tiempo incluso hablar de ellos confiriéndoles ya sea inerrancia o la presencia de errores.
Artículo X

AFIRMAMOS que la inspiración, estrictamente hablando, se aplica únicamente al texto autográfico de la Escritura el cual, en la providencia de Dios, puede ser establecido a partir de los manuscritos disponibles con gran precisión.
AFIRMAMOS además que las copias y las traducciones de la Escritura son la Palabra de Dios en la medida en que representen fielmente el original.
NEGAMOS que cualquier elemento esencial de la fe Cristiana se vea afectado por la ausencia de los autógrafos.
NEGAMOS además que esta ausencia haga que la afirmación de la inerrancia bíblica se convierta en algo inválido o irrelevante.
9. La Biblia puede ser “infalible,” pero no es inerrante.
Artículo XI

AFIRMAMOS que la Escritura, habiendo sido dada por inspiración divina, es infalible, de modo que, lejos de inducirnos al error, es verdadera y confiable en todos los asuntos que aborda.
NEGAMOS que sea posible que la Biblia sea al mismo tiempo infalible y errada en sus declaraciones. La infalibilidad y la inerrancia se pueden distinguir, pero no separar.
10. La Biblia es verdadera en asuntos de fe y práctica, doctrina y moral, pero no es necesariamente cierta cuando habla de asuntos de interés para la historia y la ciencia.
Artículo XII

AFIRMAMOS que la Escritura es inerrante en su totalidad siendo libre de toda falsedad, fraude o engaño.
NEGAMOS que la infalibilidad y la inerrancia Bíblica se limiten a temas espirituales, religiosos o relacionados con la redención, excluyéndose de dar afirmaciones en los campos de la historia y la ciencia.
NEGAMOS además que las hipótesis científicas sobre la historia de la tierra (la geología) puedan usarse de manera debida y apropiada para anular la enseñanza de la Escritura con respecto a la creación y el diluvio.
11. La inerrancia queda negada o invalidada por palabras mal escritas, la gramática informal, la hipérbole y las cifras redondeadas.
Artículo XIII

AFIRMAMOS el carácter apropiado del término inerrancia como término teológico con referencia a la completa veracidad y confiabilidad de la Escritura.
 NEGAMOS que sea apropiado evaluar la Escritura de acuerdo a criterios de verdad y error que sean ajenos a su uso y propósito. NEGAMOS además que la inerrancia sea invalidada por fenómenos bíblicos tales como la falta de precisión técnica moderna, irregularidades en la gramática o en la ortografía, descripciones de la naturaleza basadas en la observación, el reportaje de falsedades, el uso de la hipérbole y las cifras redondeadas, la disposición temática del material, la variación en las selecciones de material en los registros paralelos, o el uso de citas libres.

12. Si no existen en la actualidad soluciones a las aparentes contradicciones y errores, esto quiere decir que nunca existirán tales soluciones.
Artículo XIV

AFIRMAMOS la unidad y la consistencia interna de la Escritura.
NEGAMOS que los supuestos errores y discrepancias que aún no hayan sido resueltos menoscaben las afirmaciones de verdad que hace la Biblia.
13. La Biblia no enseña la inerrancia.
Artículo XV

 AFIRMAMOS que la doctrina de la inerrancia se fundamenta en la enseñanza de la Biblia con respecto a la inspiración.
NEGAMOS que la enseñanza de Jesús acerca de la Escritura pueda ser descartada debido a presiones para complacer a otros o a cualquier otra limitación natural de Su humanidad.
14. La doctrina de la inerrancia de la Escritura es nueva en el escenario de la historia de la Iglesia. Esta fue inventada por Francis Turretin en el siglo XVII y fue popularizada en nuestro siglo por B. B. Warfield. No era creída por parte de la Iglesia primitiva, Agustín, los Católicos Romanos o los Reformadores.
Artículo XVI

AFIRMAMOS que la doctrina de la inerrancia ha sido parte integral de la fe de la Iglesia a lo largo de su historia.
NEGAMOS que la inerrancia sea una doctrina inventada por el Protestantismo Escolástico, o una posición reaccionaria postulada en respuesta a la valoración negativa de la alta crítica.
15. El testimonio del Espíritu Santo debe operar en conjunción con la Palabra Escrita para que esta pueda ser la Palabra de Dios para nosotros.
Artículo XVII

AFIRMAMOS que el Espíritu Santo da testimonio de las Escrituras y les asegura a los creyentes la veracidad de la Palabra escrita de Dios.
NEGAMOS que este testimonio del Espíritu Santo opere de manera aislada o en contra de la Escritura.
16. La alta crítica y la remoción de las “incrustaciones culturales” del texto son necesarias para interpretar apropiadamente la Escritura.
Artículo XVIII

AFIRMAMOS que el texto de la Escritura ha de ser interpretado aplicando la exégesis gramático-histórica, tomando en cuenta sus formas y recursos literarios, y que la Escritura ha de interpretar la Escritura. Negamos la legitimidad de cualquier tratamiento del texto o la búsqueda de recursos que se hallen detrás de estos que puedan llevar a la idea de que sus enseñanzas son relativas o desprovistas de contexto histórico – descartándolas así en el proceso, o rechazando sus declaraciones relacionadas con la autoría.
17. La inerrancia puede ser rechazada sin ninguna consecuencia seria para la Iglesia o para la santidad personal.
Artículo XIX

AFIRMAMOS que la confesión de la plena autoridad, infalibilidad e inerrancia de la Escritura es vital para un sólido entendimiento de la totalidad de la fe Cristiana.
AFIRMAMOS además que tal confesión debiese conducir a una creciente conformidad a la imagen de Cristo.
NEGAMOS que tal confesión sea necesaria para la salvación. Sin embargo, NEGAMOS además que la inerrancia pueda ser rechazada sin graves consecuencias, tanto para el individuo como para la Iglesia.